Miguel Calero sufrió una trombosis venosa en el brazo izquierdo, motivo por el que fue intervenido en Estados Unidos. El histórico portero del Pachuca abandonó su profesión como futbolista el pasado 29 de septiembre del 2011, con ciertas consecuencias de la trombosis sufrida que le impidieron completar la temporada en la que jugaba.
Tras este lamentable episodio Calero sufrió un infarto cerebral debido a una embolia en el hemisferio derecho del cerebro el 25 de noviembre del presente año. A partir de entonces permaneció internado en una clínica, y a pesar de haber mostrado signos de mejoría, el lunes 3 de diciembre de 2012 los médicos diagnosticaron muerte cerebral al portero, el martes 4 de diciembre, un día después, falleció en México debido a un complicaciones derivadas de un paro cardiorespiratorio.