Ya sea que se trate de animales o humanos, la única certeza de la vida es la muerte. Algún día, inevitablemente tendremos que decir adiós. Tras largos años de amistad y fidelidad, el fotógrafo Ben Moon se despidió de su mejor amigo, un perro llamado Denali, con una última aventura juntos, que terminó convirtiéndose en un emocionante tributo registrado en video.
En la actualidad es muy común escuchar de los fracasos matrimoniales, de los tormentosos divorcios y de las infidelidades. Pareciera que esas son las reglas del juego en las relaciones actuales, pero la verdad es que todas esas situaciones muchas veces suceden por las falsas expectativas que nos formamos de nuestra pareja, la falta de confianza y la poca comunicación que existe son cargas que con el tiempo terminan por derrumbar todo de una forma irreparable. Sin embargo, todavía existen parejas felices, no son las típicas parejas de las película de hollywood, pero su sentido común de la convivencia, el respeto, la fidelidad y sobre todo el amor los hacen llevar una vida muy feliz juntos. A continuación, tienes 12 hábitos de una relación feliz que verdaderamente deberías considerar en tu relación.
Los feligreses que asisten a la iglesia de Santa María de la Asunción en San Donaci, Italia, recibieron una lección de amor y lealtad de un perro en los últimos dos meses. Ciccio, un pastor alemán de 12 años, cuyo dueña murió hace dos meses, todos los días visita la iglesia a donde solía asistir y donde fue su funeral, esperando pacientemente su regreso.
Maria Margherita Lochi, de 57 años, adopto a Ciccio hace un año después de que lo encontró abandonado en un terreno baldío cerca de su casa. Ella era una amante de los animales y ya había adoptado varios gatos y perros, pero su relación con Ciccio era especial. Al parecer, él sentía lo mismo, porque a pesar de la muerte de su dueña hace más de dos meses, el perro siempre regresa al lugar en que la vio por última vez.
Hay amor, fidelidad y tienen proyectos afines. Además comparten vacaciones, paseos, gustos, intereses, e incluso hijos; pareciera que estamos hablando de un matrimonio ideal, pero estas parejas LAT lo comparten todo, excepto una cosa, la vivienda.
Este tipo de relación esta creciendo en todo el mundo y en el Reino Unido lo han bautizado como parejas LAT (Living Apart Together). Ser LAT no significa tener libertad total para ser infiel, ni solo para pasarla bien con la pareja. La idea principal es una relación como cualquier otra, pero con casa aparte, de tal manera que no se pierda completamente la independencia ni hacer a un lado el espacio propio.
Quienes experimentan con estas relaciones afirman que las discusiones y peleas son mucho menores que si estuvieran viviendo bajo el mismo techo. No existen discusiones sobre el dinero, la limpieza de la casa y mucho menos por el control remoto. Pero, ¿nunca duermen en la misma cama?, claro que si, pero solo cuando realmente tienen ganas.Así tenemos noches donde se duerme en la casa del novio, de la novia y otras veces cada quien por su lado.
La siguiente historia es muy conmovedora, muy parecida a la de Hachiko, solo que este perro llevó el concepto de fidelidad hasta los extremos.
“Canelo” era el perro de un hombre que vivía en Cádiz. Una mascota que seguía a su dueño para todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero. La compañía y el cariño mutuo los hacía cómplices en las miradas y hasta en los gestos.
Cada mañana se los podía ver caminando juntos por las tranquilas calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta del Mar ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis.
Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba a Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.
Cierto día el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto “Canelo” como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió.