Un buchón no se retira solo hace pausas

(Alejandro Almazán. Periodista) I. Culiacán, Sinaloa— En uno de sus tres celulares, el Nokia Palm 650, colocó como protector de pantalla una foto suya en la que, en medio de un sembradío de amapola, aparece sujetando un cuerno de chivo con el cargador chapeado en oro, un AK-47 de siete mil dólares con el que parte el aire, porque que en este pedazo de México, cuando falla el habla, habla la bala. “Un pariente me dijo: “Malandrín sin arma es como una puta sin cliente”, y desata una risa estridente y entrecortada en plena bocanada.

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