Para la realeza inglesa el protocolo lo es todo, pues durante todos estos siglos en el poder han dictado reglas para que los plebeyos se comporten de la forma correcta ante la presencia de su majestad, la reina. Las conductas irrespetuosas de la plebe ya no ameritan juicio en la Torre de Londres; sin embargo, durante un encuentro oficial faltar a la etiqueta podría ser motivo de una gran humillación pública en Buckingham.
Etiqueta
Reglas y etiqueta de los cines en 1912
¿Te preocupa que en el estreno de tu película favorita asista una madre con sus pequeños retoños? La posibilidad de que el crio suelte el llanto precisamente en el clímax de la película siempre está latente, y estas preocupaciones no son algo nuevo. Teniendo en cuenta lo que algunos gastan en boletos, comida y golosinas es razonable que las personas se molesten cuando alguien les arruina la noche. Y es que los diálogos, la música y las secuencias de sonido son tan importantes para el espectáculo como la imagen misma.
10 cosas que nunca deberías hacer en Japón
En un país con una cultura tan única como Japón, los extranjeros pueden sentirse avasallados por las reglas y normas sociales que regulan la vida pública e interacciones personales. No se espera que los extranjeros que visiten Japón estén familiarizados con la etiqueta de los nipones, pero conocer algunos puntos básicos te ayudará mucho a adaptarte a las costumbres locales y a evitar las meteduras de pata culturales. Si planeas ir a Japón, a continuación te presentamos algunas peculiaridades culturales a las que debes poner atención.
9 reglas de etiqueta en la Edad Media
“Liber Urbani” es una serie de poemas escritos por Daniel de Beccles en 1190, pero no son poemas románticos, sino las primeras reglas de etiqueta escritas en la historia, en estos textos se detallan los comportamientos esperados de las personas en diversas situaciones de la vida cotidiana.
Por ejemplo, el autor nos explica que jamás deberías llevar tu caballo al interior de la residencia de otras personas – lo considera algo muy ofensivo. Otra cosa que deberías evitar en aquellos tiempos – por educación, obviamente – era espulgarte frente a las demás personas. Creo que estas dos reglas siguen vigentes hoy, ¿no?