Las peleas de gallos son un «deporte» tradicional en muchas partes de América del sur, la mayoría de países latinoamericanos, cómo México y Perú han hecho de estos eventos algo totalmente legal, mientras que en otros lugares como en Estados Unidos, son consideradas ilegales y cómo actos de crueldad animal además de propiciar las apuestas ilícitas.
Los espectadores se reúnen al rededor del arenoso campo de batalla mientras los gallos son pesados y «armados» para el combate. Las apuestas se colocan al mismo tiempo que se discuten y analizan las posibilidades de cada contendiente. El publico es en su mayoría masculino, pero también se pueden ver a mujeres y niños ir y venir disfrutando de la comida y charlando como parte de los preparativos para el gran espectáculo.