En determinado punto de nuestras vidas aparece la necesidad de ocultar cosas valiosas o confidenciales en sitios imposibles de descifrar. Dinero, joyas, cartas de un viejo amor prohibido, trofeos de aventuras pasajeras, las revistas y películas porky favoritas, evidencia de un affaire o hasta pruebas de un asesinato O.o. Huyendo de las opciones más obvias, estas personas encontraron sitios muy inusuales para esconder toda clase de secretos. Lo que sobra es creatividad.