Las escaleras

“Quiero que la mates”, se hacía eco en aquel lugar una voz casi susurrante y monótona. Frente a mí se encontraba mi madre, crucificada sin ningún tipo de misericordia en una decrépita cruz de madera. Unos clavos le atravesaban las manos y cuerdas en hombros y tobillos la hacían mantenerse firme en esa posición.

Crucificcion

Leer Más