Un extraño caso médico alcanzó los titulares en Irak, donde un bebé nació con tres penes. Los investigadores denominan a esta condición «trifalia«, y es el único caso conocido en la literatura médica. Hasta ahora, sólo se habían registrado casos de individuos con un par de órganos genitales.
En un hospital de Providence, Rhode Island, Estados Unidos, se informó el peculiar caso de una mujer de 25 años cuya sangre adquirió un peculiar tono azul marino. El vital líquido, parecido a la tinta de un bolígrafo, presentaba un 44% de la hemoglobina (la proteína que adhiere el oxigeno a la sangre) en una versión que no proporcionaba el imprescindible gas a los órganos.
Durante el otoño de 1572, tras una serie de misteriosos ataques en un bosque cerca de Dole, Francia, la comunidad de campesinos recibió autorización de la policía para buscar y cazar al supuesto hombre lobo responsable de los actos. El “loup garou” fue visto en muy pocas ocasiones, pero se rumoraba que el animal había desaparecido a varios niños y atacado algunos jinetes que lograron “librarse con gran dificultad”. A los campesinos se les instruyó para “reunirse con palos, picas y arcabuces con la finalidad de perseguir y atrapar al referido hombre lobo en cualquier lugar donde pueda encontrarse, atarlo y matarlo, sin incurrir en ningún castigo o tortura”.
Esta mujer se llama Velma Lyrae, tiene 51 años y vive en una jaula donde pasa hasta 18 horas al día, además no pueden usar teléfonos celulares, secadores de pelo, GPS o WiFi porque ella es alérgica a los campos electromagnéticos.
Nadie lo creería, pero la mujer de la imagen superior, de nombre Zara Hartshorn, tiene apenas 15 años de edad y aparenta una edad avanzada debido a una rara enfermedad genética que le cambió la vida.
Su madre, Tracey, sabe lo que significa tener la apariencia de su hija siendo sólo una adolescente. Ella sufre de la misma enfermedad: lipodistrofia, que puede tener causas muy diferentes y produce la ausencia de tejido adiposo debajo de la superficie de la piel.
La chica en la extrema derecha de la foto es Lyudmila Titchenkova, una chica de 16 años de edad residente de la ciudad de Nikolaev, Ucrania.
Después de haber cumplido 10 años, los padres de Lyudmila comenzaron a notar que el cuerpo de su hija se estaba desarrollando de una forma acelerada y anormal. Sus brazos y su estatura eran mucho mayores a cualquier niño de su edad, pero el motivo de especial preocupación era la longitud de su cuello y la curvatura anormal de su columna vertebral.