A pesar de que es abundante y renovable, la energía solar enfrenta un gran problema: carece de medios económicos y eficientes para su almacenamiento a largo plazo. Debido a esto, los avances en la tecnología se desaceleraron durante algún tiempo hasta que, el año pasado, una serie de estudios presentó una solución intrigante. El más reciente de todos fue publicado en la revista Energy & Environmental Science.
El pasado domingo 8 de mayo fue un día memorable para la producción de energía renovable de Alemania: los paneles de energía solar y los generadores eólicos recibieron tanta luz del Sol y viento que produjeron el 87% de toda la energía que se utilizó en el país ese día.
Eliminar la contaminación de los ríos, emplear energía limpia y permitir que los avances tecnológicos caminen al lado de la conciencia ecológica parecen iniciativas imposibles – o, en su defecto, muy costosas. Pero al observar la naturaleza y proponer soluciones innovadoras, algunas empresas están mostrando que cambiar al mundo no precisamente requiere montañas de dinero, sino investigación y buena voluntad. Dale un vistazo a continuación a cinco tecnologías innovadoras de bajo costo que tienen el potencial para cambiar la forma en que nos relacionamos con el planeta.
Pilotos suizos están por embarcarse en un viaje de 35,000 kilómetros durante cinco meses alrededor del mundo a bordo de un pequeño avión solar, sin requerimiento alguno de combustible.
Todavía falta un poco para que podamos conducir coches impulsados por hidrógeno generado a partir de agua, pero al menos nos podríamos aproximar a jugar con ellos. El i-H2GO (¿Apple eres tú?) es un coche de control remoto al que abasteces con agua y controlas a través de una aplicación en tu smartphone.
La creación es de Horizon Fuel Cell Technologies y es una actualización de la primera versión publicada hace unos años. El i-H2GO utiliza un sistema electrolizador de agua que separa el oxígeno del hidrógeno. Este último se envía en seguida al carro, que hace que el resto del trabajo – el i-H2GO combina de nuevo el hidrógeno con el oxígeno del aire y crea una corriente que pone el vehículo en marcha.