En 1912, el mundialmente famoso ginecólogo australiano, Dr. Hermann Otto Kloepneckler, M.D. Ph.D. publicó lo siguiente.
“El mejor motor en el mundo es la vagina. Puede encenderse con un dedo. Es auto-lubricante. Acepta pistones de cualquier tamaño. Y cambia su propio aceite cada cuatro semanas. Es una lástima que el sistema de manejo sea tan temperamental.”