Una noche de viernes santo, en una discoteca de Acapulco llamada Paradise se encontraba la fiesta en su máximo momento, cuentan que alrededor de la media noche, entró a la discoteca un joven, que llamaba la atención y robaba la miradas de todas las chicas que se encontraban en el lugar, era alto, bien vestido, con ojos cautivadores.