Hoy que da inicio el Foro Económico Mundial en Davos, queremos hacer énfasis en este tema, y es que siendo optimistas, podríamos estar viviendo la mayor etapa de desigualdad, jamás registrada por la historia humana, en la distribución de las riquezas.
Esta tragicómica afirmación se debe, básicamente, a que a pesar de sufrir este fenómeno, de forma consentida, desde hace mucho tiempo, hemos sido incapaces de revertirlo o de diseñar un sistema que permita o, como mínimo, fomente la distribución equitativa de la riqueza.