¿Tienes muchas arrugas en la frente? Los científicos creen que estos surcos en la piel son un indicativo que va mucho más allá del estrés en la vida cotidiana: podrían ser una señal sobre el estado de tu salud cardiovascular. Así lo concluyó un grupo de investigación francés a través de un estudio presentado el pasado domingo 26 de agosto en el marco del congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología.
En todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares figuran como la principal causa de muerte. Desafortunadamente, muchas veces el primer indicio de un corazón en mal estado es un ataque cardíaco. Aunque resulte prácticamente imposible detectar todas las señales sobre un problema de esta índole, existen algunos indicios visibles que podrían prevenirnos sobre un problema a futuro relacionado con el corazón.
Gracias a Popeye sabemos que la espinaca es un alimento saludable, pero este descubrimiento lleva el término “saludable” a un nuevo nivel. Si analizas de cerca las pequeñas venas que se extienden desde el tallo en cualquier hoja de espinaca en tu ensalada, notarás que son pequeñas y delicadas – no muy diferentes a aquellas que bombean sangre a través de nuestro corazón.
El corazón de una persona entre los 15 y 20 años de edad suele latir a un mínimo de 60 y un máximo de 90 veces por minuto, hablamos de las condiciones en alguien joven y saludable. Pero si repentinamente la frecuencia cardíaca rebasa o cae por los límites antes mencionados, esto no significa que tenga algún tipo de enfermedad. El corazón se encuentra conectado al cerebro y al cuerpo por estímulos nerviosos que le indican cuánto necesita trabajar.
Las victimas de displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD) poseen un par de características en común. Suelen morir prácticamente al instante y son extremadamente jóvenes y saludables, por lo general no pasan de los 35 años. Esta combinación de factores aterrorizantes motivó a investigadores de tres países a colaborar para procurar entender lo que está detrás de esta patología. La respuesta llegó en forma de letras y números: CDH2, el nombre del gen responsable por la enfermedad.
La lista de personas que espera la donación de un órgano es muy grande, y muchos de estos enfermos jamás llegan a recibir el tan anhelado trasplante. Según el Centro Nacional de Trasplantes, actualmente en México hay 51 personas esperando recibir un corazón y en 2016 el total de trasplantes realizados fue de 34. El problema es que los pacientes no pueden esperar por siempre.
