El cuerpo humano es una máquina asombrosa capaz de transformar un torrente de datos sensoriales caóticos en la realidad armoniosa y lógica que entendemos. Sin embargo, a pesar de su capacidad, estamos impedidos para percibir algo en torno al 99.99% de todo lo que está sucediendo en el universo en este momento. Es por esto que, bajo las circunstancias correctas, o con los ajustes indicados para los sentidos, las cosas empiezan a parecernos muy extrañas.
¿Cuántas veces no hemos escuchado ese cliché de que “los ojos son una ventana al alma”? Sin embargo, pareciera que hay algo de lógica detrás de esto. Y es que existen varias pruebas de personalidad descabelladas, como la que afirma que el orden de nacimiento de los hijos determina su personalidad. Pero los ojos, al ser una parte física de nosotros, mismos quizá puedan decirnos mucho más sobre nuestra forma de ser.
Los seis animales que presentamos a continuación son la prueba de que incluso la madre naturaleza puede despertarse un día con resaca y hacer un pésimo trabajo. No queremos juzgar a nadie, pero sin duda alguna estos animales están entre los más raros y extravagantes que hemos visto.
Dale un vistazo a la siguiente foto. Si tuvieras que adivinar, sin ninguna referencia ni pista, lo que representa, probablemente dirías que es alguna pintura que decora las paredes de algún museo importante como el Louvre, en Paris, o del MOMA, en Nueva York ¿no?
Cualquiera que haya entrado en la discusión sobre el color de algún objeto entenderá cuando digo que no todos vemos las cosas de la misma forma. La forma en que apreciamos los colores está influenciada por varios factores, incluso por el lenguaje y la cultura. Por ejemplo, la ciencia sugiere que los seres humanos pueden no notar cosas tan fundamentales como un color, a menos que tengan una forma de describirlo.
Las mujeres – y en ocasiones también los hombres – siempre han amado teñirse el pelo. Sin embargo, ahora el hábito ha cambiado y la costumbre de colorearse los pelos ha alcanzado nuevas regiones corporales, la nueva moda entre las mujer más ‘liberales’ es teñirse el vello de la axila.
