Luego de presentarse en una conferencia sobre experiencias extracorporales, una alumna de psicología de la Universidad de Ottawa, en Canadá, conversó con los investigadores y les contó que acostumbraba a inducir este proceso de forma voluntaria, generalmente, antes de dormir.
Interesados con el caso, los investigadores Andra M. Smith y Claude Messier decidieron convertir a la joven en objeto de estudio, quien quedó impresionada al saber que no todas las personas eran capaces de experimentar lo mismo. Los hallazgos y conclusiones de los neurólogos fueron publicados en el periodico Frontiers in Human Neuroscience.