Algunas personas suelen tener malas experiencias con la bebida y ocasionalmente terminan perdiendo la noción de lo que estaban haciendo. Hay personas que durante una celebración se dedican a platicar o bailar como si no hubiera mañana, otros vomitan en público, se duermen en lugares inesperados, terminan llamando a su ex, le dicen a cualquier extraño que lo aman… en fin, las reacciones son de lo más diversas y graciosas aunque, evidentemente, nunca es buena idea beber en exceso.
¿Qué justificación ofrecerías al oficial de policía que te detuvo en el alcoholímetro completamente alcoholizado? Que es culpa del enjuague bucal, de unos bombones envinados que acabas de degustar, que fue el vino de la misa… los pretextos son interminables y la mayoría resultan completamente inútiles. Por eso, hoy te enseñaremos las infalibles tácticas para evadir a la policía de un sujeto estadounidense llamado Bryant Johnson, residente del poblado de Casper, en el estado de Wyoming, que aseguró ser un viajero del tiempo.
La alopecia es un problema que afecta a una gran parte de la población. En el aspecto de la salud física no suele ser un problema grave, pero para muchas personas significa un gran golpe a la autoestima. Esta enfermedad se debe principalmente a la herencia genética, aunque existen diversos factores que todavía no están del todo claros, como aspectos hormonales e incluso el estrés.
Imagina la escena: tus amigos te llaman para tomar unos tragos, llegas al bar y descubres que, justo en ese día, todo lo que pides viene doble. Las anécdotas y las risas van y vienen, cuando menos lo piensas ya tienes seis botellas de cerveza vacías frente a ti. La risa parece más suelta, no lo piensas dos veces antes de hablar y, de repente, lo único que tienes es un vago recuerdo de que algo vergonzoso terminó sucediendo aquel día.
¿Recuerdan aquella famosa frase del Canaca, “¿Y qué? No he chocado”, cuando se le cuestionó sobre su estado etílico mientras conducía? Irónicamente, Guillermo López Langarica (su nombre real) murió a manos de una mujer ebria que lo atropelló con su automóvil, un ejemplo de que la muerte tiene un sentido del humor bastante ácido.
Si tú también hacías (o haces) muecas a la hora de tomar un medicamento cuando eras niño, te vas a identificar bastante con este par de osos panda. La escena tiene lugar en un zoológico y muestra a dos cachorros completamente decididos a no tomar su medicamento.
