Little Boy y Fat Man, las bombas nucleares más famosas alguna vez detonadas resultan devastadoras y poderosas en los relatos sobre los eventos, pero su poder se reduce bastante cuando se les compara con otras bombas fabricadas por estadounidenses y rusos.
Estas mamás bombas de las que hablamos son tan poderosas que la Little Boy, que arrasó con Hiroshima, puede emplearse como una unidad de medida para fines comparativos.