En el medio de Berna, la elegante capital de Suiza, es posible encontrar la Kindlifresserbrunnen, una gigantesca estatua de una bestia grotesca devorando a un niño, una obra de arte cuyo significado se perdió con el paso del tiempo.
En el medio de Berna, la elegante capital de Suiza, es posible encontrar la Kindlifresserbrunnen, una gigantesca estatua de una bestia grotesca devorando a un niño, una obra de arte cuyo significado se perdió con el paso del tiempo.