La batería más potente del planeta tiene tan sólo unos pocos milímetros de tamaño, pero es tan eficaz que un conductor puede usar un teléfono celular alimentado por ella para arrancar una batería de coche muerto y, a continuación, recargar el mismo teléfono en un abrir y cerrar de ojos.
Desarrollada por investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE.UU.), la nueva microbatería supera incluso a los mejores supercapacitores en potencia y pueden contribuir al impulso de nuevas aplicaciones en las comunicaciones de radio y electrónicos compactos.