En el templo Uluwatu, en Indonesia, podemos encontrar a un grupo de macacos que aprendieron un método muy particular para obtener comida de los humanos que consiste en secuestrar algunas pertenencias de los visitantes. Entre los artículos favoritos de estos primates están los bolsos, teléfonos celulares, sombreros y gafas extraídas directamente del rostro de las víctimas.
A las faldas de un volcán en una remota región conocida como Trunyan, en Bali, Indonesia, existe una comunidad con un macabro y antiguo ritual para sus muertos. Cuando uno de los habitantes de esta aldea llega al final de su vida, en lugar de cremarlo o sepultarlo, el cadáver es dispuesto sobre una jaula hecha de bambú y abandonado para que se descomponga a los pies de un árbol sagrado capaz de enmascarar el distintivo hedor.
Existen lugares que nos hacen sentir como en casa desde el momento en que ponemos un pie en ellos. Las razones pueden ser muchas, pero casi siempre se relacionan con la amabilidad de sus habitantes –desde este momento podemos ir eliminado México D.F –, que transforman el lugar en algo especial, un mejor lugar para visitar, un lugar mejor para vivir.
México no es una excepción. De hecho, nuestro país tiene como principales fortalezas la amabilidad y calidez con el fin de promover la actividad turística en la región, y no es ningún secreto que en los principales destinos vacacionales se reciben a los turistas extranjeros con los brazos abiertos. Pero no es la única nación que puede presumir de eso, alrededor del mundo existen multitud de urbes que destacan por su hospitalidad.
Y para saber específicamente de que ciudades estamos hablando, el sitio Conde Nast Traveler, en colaboración con el diario británico The Telegraph, realizó una encuesta a 46,000 turistas para conocer las ciudades más agradables del mundo. Estos son los resultados:
Hubiera sido una tarde como cualquier otra en la paradisíaca isla de Bali, de no ser por que Ngurah Alit, un adolescente de 18 años, tuvo la brillante idea de intentar una relación más íntima con una vaca que pastaba tranquila sin saber lo que estaba pasando en la cabeza del pervertido joven. Sin embargo, para su mala fortuna, alguien pasaba por el sitio y fue atrapado con las manos en la masa… o en la vaca.
