Si has llegado hasta este artículo, probablemente estás cansada de buscar a tu alma gemela, esa media naranja que dicen que todos tenemos por ahí, y justo ahora estás dispuesta a aceptar toda la ayuda del mundo para hacerte de un buen partido. Y si estoy equivocado, y no eres nada más que un lector curioso, seguramente también te resultara de interés lo siguiente.