En los incesantes intentos por expandir los horizontes de la exploración espacial, la comunidad científica volcó su atención hacia unos curiosos visitantes de nuestro planeta: las mini Lunas. Estos objetos celestes, que capturan la imaginación tanto de astrónomos como de entusiastas del espacio, prometen ser mucho más que una mera novedad astronómica. Representan la próxima frontera en nuestro empeño por conquistar el cosmos, ofreciendo un campo de pruebas sin igual para las tecnologías del mañana.
Astronáutica
Carrera espacial en Cabo Tuna
Mientras Estados Unidos y la Unión Soviética competían por llegar a la Luna, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí lanzaba sus propios cohetes al espacio. Una violenta exhalación de llamaradas verde-amarillentas anunció el fin de la cuenta regresiva. Con un fuerte siseo, la densa humareda inicial se convirtió en la base de una blanca columna que se alzó dos kilómetros y medio hacia el cielo. En el centro de control, los responsables del experimento festejaron el éxito con euforia desbordante. Era el 28 de diciembre de 1957 y México, desde la ciudad de San Luis Potosí, lanzaba por primera vez un cohete con fines científicos.