Robert Berdella, el carnicero de Kansas City

Robert Berdella

Robert Andrew Berdella (31 de enero de 1949 – 8 de octubre de 1992), mejor conocido como “Bob” Berdella fue un asesino en serie de Kansas City, Missouri quien violó, torturo y mató al menos a seis hombres entre 1984 y 1987.

Berdella fue aprendido el 4 de abril de 1988, después de que una de sus victimas, que había sido torturada durante una semana saltó desnuda desde un segundo piso y escapó. Para ese entonces, había secuestrado y torturado al menos a seis hombres jóvenes, y era sospechoso de otras dos desapariciones según el Departamento de Policía de Kansas City.

Lo abominable de este hombre eran los detallados registros de las torturas guardados en decenas de fotografías Polaroid que tomó a sus victimas. Una enorme cantidad de estas imágenes fueron recuperadas por la Policía de Kansas City. Argumentó que estaba “ayudando” a algunas de sus victimas proporcionándoles antibióticos antes de torturarlos. Arrancó el ojo de una de sus victimas con una gubia para, según él, “ver que pasaba”.

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Jack El Destripador

jack el destripador

Más de un siglo ha transcurrido desde los terribles asesinatos perpetrados por Jack El Destripador, el asesino serial más famoso de todos los tiempos; y aún hoy una niebla de misterio, leyenda y terror se cierne sobre los acontecimientos ocurridos en el Londres de 1888.

Todas las leyendas y misterios sobre el caso, posiblemente tengan su origen en el hecho de que el asesino nunca fue capturado o identificado; dejando en el aire la identidad, motivos o personalidad del asesino.

Los Asesinatos.

Todo comenzó en la madrugada del viernes 31 de agosto de 1888. Un hombre, que transitaba por las oscuras calles londinenses del barrio de Whitechapel, observó a lo lejos una mujer al parecer desmayada, pero al acercarse se dio cuenta que estaba muerta; rápidamente, el hombre avisó del hallazgo al primer policía que encontró en la calle.

La mujer identificada como Mary Ann Nichols, prostituta de 43 años, había sido asesinada poco antes de ser encontrado su cuerpo; había sido degollada con un cuchillo y su cuerpo mostraba mutilaciones en la zona del abdomen. Fuera del análisis del cuerpo, no se encontraron pistas en la escena del crimen: ni testigos, ni el arma homicida… nada que permitiese identificar al asesino.

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El terrible crimen de Junko Furuta

Junko Furuta nació en 1972 en Saitama, prefectura de Misato (Japón). Hija de una familia de trabajadores japoneses, su humilde origen no le impidió sobresalir en las diversas actividades que realizaba. Era una estudiante destacada y cultivaba un amplio número de amistades entre sus compañeras de colegio y algunos vecinos.

No era igual con sus compañeros; muchos de ellos guardaban resentimiento por Furuta, ya que era una chica sencilla que no participaba de algunas de las diversiones que ellos acostumbraban. No quería relacionarse sexualmente con ninguno de ellos, ni siquiera tenía novio, no consumía alcohol ni drogas, y no frecuentaba los sitios de diversión de los que ellos gustaban.

Saltó a la historia cuando fue brutalmente secuestrada, torturada, violada y asesinada por cuatro estudiantes del mismo colegio en noviembre de 1988 en Japón, el caso fue ampliamente publicitado debido a la crudeza del evento y el sadismo tan terrible que fue perpetrado.

En noviembre de 1988, cuatro jóvenes (Miyano Hiroshi, 18 años en el momento del crimen; Jo Kamisaku -apellido adoptado tras su salida de prisión, de 17, Minato Nobuharu, de 16; y Watanabe Yasushi de 17) de Tokio raptaron y escondieron a Junko Furuta, una estudiante de bachillerato de su mismo instituto en la prefectura de Saitama (Misato) durante 44 días. El cautiverio de Furuta tuvo lugar en el domicilio de los padres de Nobuharu.

Para evitar una investigación policial, Hiroshi obligó a Furuta a llamar a sus padres y fingir que había huido de casa, pero que se encontraba con “un amigo” y no corría peligro. Asimismo, la extorsionó para que se hiciera pasar por la novia de uno de los chicos cuando los padres se encontraban en casa. Sin embargo, cuando se aseguró de que los padres no llamarían a la policía, abandonó el pretexto. Furuta intentó escapar en diversas ocasiones y pidió ayuda a los padres más de una vez, pero ellos no hicieron nada por temor a las amenazas de Hiroshi. En esa época, Hiroshi era un líder de la baja yakuza y presumía de poder utilizar sus contactos para matar a cualquiera que tratase de intervenir.

Según las declaraciones de los jóvenes en el juicio, los cuatro violaron y vejaron a Furuta de diversas maneras. Entre ellas, figuran la introducción de cuerpos extraños -incluyendo una barra de hierro- en su vagina, obligarla a beber su propia orina, alimentarla con cucarachas, inserción de artefactos pirotécnicos en su recto y posteriormente prenderlos, forzar a Furuta a masturbarse, amputación de un pezón con unos alicates, tirarle mancuernas al estómago y quemarla con cigarros y mecheros (Una de esas quemaduras fue un castigo por intentar llamar a la policía). La situación llegó a tal punto que, según las declaraciones de uno de ellos, “le llevaba más de una hora arrastrarse escaleras abajo para ir al baño“. También señalaron que “probablemente unas cien personas” sabían que Furuta estaba allí prisionera, pero no está claro si esto significa que estuvieron allí durante el cautiverio de la joven o si participaron en las violaciones y abusos. Cuando los jóvenes se negaron a dejarla ir, ella suplicó en diversas ocasiones que “la mataran y siguieran con su vida.

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Joven asesinada por amigos que conoció en Facebook

El asesinato de Ana María Chávez Niño, una joven estudiante de la Universidad Javeriana, cuyo cadáver apareció el pasado 17 de septiembre dentro de un apartamento del barrio Quinta Paredes en Colombia,  fue esclarecido este viernes por unidades de la Sijín. Como presuntos responsables fueron capturados dos sujetos: John Sierra Molina y Juan Sebastián Obando, ambos de 19 años, quienes se habían ganado la confianza de su víctima a través del Facebook.

El homicidio de la universitaria ocurrió a las 4:00 p.m., media hora después de que los criminales ingresaran al apartamento 103 del edificio El Retiro. Ana María sufrió una asfixia mecánica provocada con una almohada, dijo el fiscal del caso en la audiencia pública que se cumplió este jueves en el Complejo Judicial de Paloquemao. “Verificando los videos del conjunto residencial, en donde ocurrieron los hechos y luego de un seguimiento a las redes sociales de Internet, se estableció que éstos conquistaron con engaños la amistad de Ana María, hasta lograr entrar a su apartamento”, explicó el coronel Eduardo Cárdenas Vélez, comandante de la Sijín.

De acuerdo a los informes judiciales, John Sierra se hacía llamar en la red como ‘Chiqui locomotion’, así mismo, el segundo implicado, Juan Sebastián, se mostraba como ‘Sebitas’.

Los detenidos aceptaron ante el Juez 21 penal municipal su participación en el infame crimen. “Sierra y Obando eran unos músicos y organizadores de rumbas en diferentes ciudades del país. Esto sirvió como pista para hacerles el seguimiento y dar con su paradero”, señaló el fiscal delegado del caso. ‘Chiqui locomotion’ fue capturado por la Policía en el terminal de transporte. “Este hombre vino a Bogotá con la intención de tramitar la visa a España, a donde pretendía escapar”, añadió Cárdenas. Se supo, además, que su cómplice fue agarrado en una sala de Internet del sector de El Poblado, de Medellín

¿Por qué la mataron?

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Red John, el asesino de la carita feliz

Los asesinos seriales siempre dan de qué hablar, ya sea por su forma de matar, el patrón que seguían, su alto coeficiente, sus traumas infantiles, etc. Pero se imaginan un asesino serial, que en sus cartas para relatar sus atroces hechos, al final firmara con una carita feliz. Bueno este es el caso de Keith Hunter Jesperson.

Red John

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El Chalequero: Francisco Guerrero el asesino pionero

Francisco Guerrero es una versión mexicana de Jack el Destripador, apodado “El Chalequero” este asesino serial existió antes incluso de que “Goyo Cardenas” naciera. La historia me había enseñado que el primer asesino serial del que se tenia registro en México era Gregorio Cárdenas Hernández, mejor conocido como “El estrangulador de Tacuba“. Hasta que me encontré con la historia de El Chalequero. Mientras que a finales del siglo XIX, Europa estaba conmocionada por los asesinatos de Jack El Destripador en las calles de Londres, un singular criminal mexicano, causó el terror en la Ciudad de México.

El Chalequero Francisco Guerrero el asesino pionero

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