Sonidos del desierto, misterioso fenómeno en medio de la nada

La historia de la humanidad está repleta de enigmas y misterios sin explicación. Una de esas anomalías en el mundo natural proviene de los desiertos desolados, lugares completamente ajenos a la civilización humana y donde el tiempo parece congelado en un paisaje inhóspito. Muchos de los aventureros que exploraron los vastos desiertos de la Tierra, regresaron con relatos de un fenómeno extraño que acontece entre las dunas.

Sonidos del desierto, misterioso fenómeno en medio de la nada

 

A menudo, los exploradores afirmaban que escucharon a la propia arena produciendo sonidos misteriosos. Bien podía tratarse de la dulce melodía de una flauta o crujidos leves como los de una hojarasca al ser pisada. Pero, también estaban los rugidos siniestros, estruendos y extrañas cacofonías que podían escucharse a kilómetros a la redonda.

Comprensiblemente, este fenómeno era motivo de asombro y terror incluso para los exploradores más valientes y experimentados. Ante la ausencia de una explicación lógica, en los relatos solían atribuir estos misteriosos sonidos del desierto a una variedad de seres místicos.

Los primeros relatos sobre los misteriosos sonidos del desierto.

En el siglo XII, el legendario explorador Marco Polo escribió uno de los primeros relatos sobre estos misteriosos sonidos en el desierto. Los refirió como “sonidos provenientes de todos los tipos de instrumentos musicales, también de tambores y del choque de las armas”. El histórico personaje atribuyó el fenómeno a espíritus malignos que habitan el desierto.

Cuando el Imperio Romano encaminó sus Legiones hacia los territorios de Medio Oriente, los cronistas de la época también señalaron un ruido peculiar escuchado en el desierto. Esto se repitió durante las Cruzadas, cuando caballeros y soldados refirieron un siniestro estruendo mientras cruzaban las arenas de esas tierras lejanas. Sin embargo, los misteriosos sonidos del desierto no son exclusivos del pasado.

Testimonios modernos del fenómeno.

En el siglo XIX, el propio Charles Darwin hizo referencia a este fenómeno mientras cruzaba el Norte de África. El naturalista inglés mencionó que le hubiera gustado preservar aquel ruido para mostrarlo a otras personas, pues difícilmente alguien creería lo que él y sus compañeros escucharon durante el viaje. “Sonidos que difícilmente una boca o garganta humana podría imitar”.

explorador en el desierto

T. E. Lawrence

Thomas Edward Lawrence, más conocido como T. E. Lawrence o Lawrence de Arabia, coleccionó diversos relatos sobre sonidos que las personas escucharon mientras cruzaban el desierto. “El sonido de un enjambre furioso, de chicharras cantando, pero también estruendos, explosiones y deslizamientos. Todo aquello en un ambiente completamente estéril y desprovisto de movimiento”.

Sidney Thomas.

En la década de 1930, el diplomático inglés Bertram Sidney Thomas se convirtió en el primer occidental en documentar este fenómeno. Sucedió mientras cruzaba el desierto de Rub al-Jali, el más grande de toda Arabia Saudita. En aquella expedición, el inglés escuchó un “zumbido alto de una nota musical” que provenía de un acantilado repleto de arena. En otra ocasión, escuchó varias notas musicales que parecían provenir de las patas de su camello.

Mientras dormía al interior de su tienda, un sonido musical, profundo y retumbante terminó despertando a Sidney Thomas. Cuando finalmente le preguntó al guía nativo por el origen de estos misteriosos sonidos, éste le respondió que los hacían seres del inframundo. Incluso le explicó que esos sonidos se producían cuando los espíritus hablaban entre ellos.

El relato de John Philby.

John Philby, otro explorador que recorrió Rub al-Jali en la misma época que Thomas, describió su experiencia como sigue:

Repentinamente, este enorme anfiteatro natural empezó a zumbar y retumbar con un sonido no muy diferente al de una sirena o quizá el motor de un avión. Un sonido extremadamente musical, agradable y rítmico de increíble profundidad. Las condiciones se presentaban inigualables para el estudio del concierto en la arena y la primera melodía se prolongó lo suficiente como para recuperarme del asombro y percibir cada detalle.

Los hombres que trabajaban en el pozo respondieron con un concierto rival y menos musical de obscenidades dirigidas a los Jinns, los espíritus del desierto que a su entender eran los responsables del fenómeno.

Leyendas y mitos sobre los sonidos del desierto.

Los misteriosos sonidos del desierto están presentes en toda clase de relatos y leyendas surgidas hace siglos. A menudo referidos como “arenas susurrantes” o “canción de las dunas”, el fenómeno ha surgido en lugares tan distantes como Norteamérica, Sudamérica, Asia, África y la península arábiga.

Leyendas y mitos sobre los sonidos del desierto

Espíritus del outback en Australia.

Comúnmente, el folclor de cada región cuenta con mitos y leyendas propias que intentan explicarlos. Generalmente, dichas explicaciones recaen en historias que tienen que ver con lo sobrenatural. En Australia, los aborígenes que habitaron el desierto central consideraban que los sonidos del desierto eran fantasmas de antepasados que se perdieron en el outback (los sitios más remotos del interior semiárido de Australia).

La desesperación y sufrimiento de estos espíritus era tal, que susurraban al viento con la esperanza de que alguien los encontrara y guiara de vuelta al mundo de los vivos. Se decía que encontrar uno de esos espíritus era peligroso, pues la misma desesperación los volvía extremadamente agresivos. Para hacer frente a estas entidades, los chamanes usaban instrumentos musicales de viento y percusión que apagaban los dichosos ruidos.

Seres del inframundo en Norteamérica.

En el desierto de Sonora, los nativos americanos tenían la creencia de que estos sonidos provenían de complejos y túneles subterráneos, lugares habitados por razas no humanas. Depredadores que usaban el sonido como una especie de carnada, para atraer a humanos despistados que eran capturados y devorados bajo tierra.

Demonios hambrientos en España.

Los pueblos que habitaron los desiertos al sur de España consideraban que las entidades demoníacas vivían en pozos que conectaban al infierno con la superficie. Según las tradiciones, estos sonidos provenían de los estómagos de esos monstruos que reclamaban carne humana.

Los sonidos del desierto y los Jinn en la cultura árabe.

Sin embargo, las leyendas sobre los misteriosos sonidos del desierto florecieron abundantemente en la cultura árabe. Los nómadas de la región solían atribuir los ruidos a los Jinn, genios de naturaleza ambigua que generalmente son invisibles al ojo humano, aunque su presencia se advierte en los torbellinos de arena y enigmáticos espejismos.

genios jinn

Al conversar entre ellos, estos espíritus darían lugar a los sonidos del desierto, que supuestamente resultan indescifrables para el oído humano. Rezan las leyendas que algunos sabios y místicos viven largas temporadas en el desierto con la esperanza de descifrar el idioma de los Jinn. La creencia dice que, si escuchan con atención, podrían obtener el nombre secreto de uno de esos seres.

Con esta información y diversos rituales mágicos serían capaces de esclavizarlos, obteniendo así toda clase de favores. En las conversaciones de estos espíritus, otros buscan hechizos y secretos prohibidos para los mortales.

Sonidos del desierto en la religión.

Quizá no es coincidencia que los profetas vean el desierto como el lugar ideal para ayunar y meditar. Tal es el caso de Jesucristo que, según las sagradas escrituras, partió hacia el desierto con la intención de meditar y en ese lugar desafió la tentación de Satanás. Juan el Bautista también vivía en el desierto en comunión con Dios, y es en ese lugar donde lo tentaron los demonios.

Además, resulta probable que las palabras susurradas por entidades sobrenaturales mencionadas en varios pasajes de la Biblia se originaran en estos misteriosos sonidos del desierto.

Misterios y supersticiones.

Aunque, en Medio Oriente también atribuyeron los misteriosos sonidos del desierto a otro fenómeno metafísico. Se hablaba de que hace mucho tiempo, cuando los primeros humanos vagaban por la Tierra, las arenas del desierto se tragaron ciudades enteras que terminaron perdidas para siempre.

Frecuentemente se refiere a demonios, deidades, fantasmas, animales mitológicos y, evidentemente, al propio Satanás. Y es que el desolado ambiente del desierto ha inspirado toda clase de misterios insondables. Las supersticiones en estos lugares llegan a variar de una tribu a otra, pues mientras los nómadas consideraban su existencia como algo natural, para otros era un mal presagio.

¿Qué produce los misteriosos sonidos del desierto?

Una de las primeras hipótesis científicas surgió del explorador John Philby. Este arabista británico se percató de que los sonidos que escuchaba coincidían con una lluvia de arena cayendo donde uno de sus guías descansaba. Anotó que la arena producía toda una variedad de sonidos: latidos, gemidos, susurros y estruendos musicales.

Qué produce los misteriosos sonidos del desierto

Le resultó particularmente interesante los sonidos que asemejaban una trompeta o un órgano enorme cuando la arena recibía alguna influencia externa. Sugirió que la arena tiene algún tipo de cualidad que le permite crear esta variedad de sonidos cuando se somete a la fricción. Y el mecanismo exacto de este fenómeno aún es desconocido por la ciencia.

Tipos de “arenas susurrantes”.

Las arenas susurrantes se presentan en una variedad de formas. En las regiones donde abundan las dunas y los vientos fuertes, suelen aparecer en forma de estruendo, zumbidos, gemidos o explosiones que se extienden hasta por 15 minutos. En ocasiones, estos sonidos en el desierto alcanzan los 105 decibeles y pueden escucharse a grandes distancias. Son referidos como los sonidos más temidos, pues asemejan al sonido de una persona agonizando.

En las planicies rocosas y polvorientas, los sonidos adquieren una variedad de formatos, incluidos tambores, estruendos, truenos, sirenas o una aeronave de hélice volando a ras de suelo. Estos ruidos se producen casi exclusivamente en pequeñas dunas con forma de medialuna denominadas barchans. Y vienen acompañados por fuertes vientos que atraviesan la cresta de la duna.

El secreto está en la arena.

La teoría más aceptada es que los misteriosos sonidos del desierto surgen de la fricción entre los numerosos granos de arena. La textura, uniformidad y el tamaño de estos granos determinan la clase e intensidad del sonido. En cada variedad de arena se encuentra un timbre y nota únicos. Otra hipótesis es que los ruidos se producen cuando las ondas del sonido rebotan en la superficie de la duna.

La peculiar forma de las dunas formaría una especie de caja acústica, provocando que un sonido prácticamente imperceptible se amplifique y rebote por todo el desierto. Hablamos de sonidos realmente impresionantes, capaces de provocar miedo en aquellos que los escuchan por primera ocasión.

Finalmente, tenemos la teoría de que la compresión del aire entre los granos de arena es la responsable de estos sonidos en el desierto. Un fenómeno producido por el movimiento de una capa de arena contra otra, aunque no existe estudio alguno que lo corrobore. Pese a todo nuestro conocimiento, no sabemos a ciencia cierta qué provoca estos sonidos y por qué varían tanto en intensidad y estilo.

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