15 consejos para ser más inteligente

Alimenta equilibradamente tu cuerpo:

Las habilidades cognitivas se ven favorecidas cuando el organismo se encuentra equilibrado: una alimentación adecuada a tu tipo de actividad y a tu edad es clave para incorporar la energía psicofísica que se aplicará al desarrollo integral de tu inteligencia.

cerebro planeta

Ejercítate en la ejecución de algún instrumento musical:

Favorecerás la coordinación de movimientos tanto físicos como mentales, producto de una estimulación no alterada de tus neuronas y el entrenamiento en el ritmo. Además, notarás el beneficio de la relajación de tensiones profundas y el desarrollo de la sensibilidad emocional, canalizadas a través de la expresión artística.

Entrénate en el desarrollo de tu memoria operacional:

Realiza cotidianamente cálculos aritméticos aumentando paulatinamente su complejidad o amplitud, recuerda los nombres y rubros de las tiendas que se encuentren en el recorrido de tu casa hacia tu trabajo, reconstruye mentalmente los pasos para elaborar una receta, o los procedimientos para poner en funcionamiento alguna maquinaria. El entrenamiento mental sostenido mejorará tu capacidad de resolución de problemas, y hasta podrá incrementar tu consiente intelectual.

Almacena estructuradamente la información en tu memoria:

Por ejemplo: no memorices un número telefónico, repitiéndolo hasta el cansancio. Por el contrario, intenta visualizarlo asociándolo a otros elementos (semejanzas con fechas que recuerdes, sonidos semejantes a los del nombre del dueño, el “dibujo” de los números, los movimientos de tus dedos cuando lo marcas en la botonera del teléfono).

Realiza actividad física con regularidad:

El establecimiento de rutinas de actividad física placentera favorece la oxigenación, proveyendo al cerebro un plus energético muy estimulante. Además, investigadores californianos que exploran actualmente en neurogénesis, postulan que el ejercicio aeróbico favorecería el desarrollo de nuevas células cerebrales.

Lee un libro:

Toma un libro que verse sobre un asunto que te sea completamente novedoso. Lee una novela que transcurra en el antiguo Egipto. Aprende algo de economía. Existen multitud de libros populares excelentes que tocan temas de no-ficción y que además de entretener cumplen el cometido de enseñar un montón de cosas sobre un tema concreto. Conviértete cada semana en un experto en algo nuevo. Diversifica un poco tus lecturas, abandona los temas que te son familiares. Si normalmente lees libros de historia, pásate a una novela contemporánea. Lee a autores extranjeros, a los clásicos y elige otros al azar. Tu cerebro no solo se verá beneficiado por tener que trabajar imaginando otros períodos históricos, otras culturas y otras gentes, sino que además obtendrás historias interesantes que contarle a los demás, lo cual te hará pensar y establecer conexiones entre la vida moderna y las palabras.

Juega un poco:

Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al cerebro. Los sudokus, crucigramas y juegos electrónicos tipo “brain training” son formas estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de memorizar. Estos juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales, matemáticas, etc. Además son divertidos. Se obtiene más beneficio practicando estos juegos un poquito cada día (15 minutos, más o menos) que haciéndolo durante horas.

Usa tu otra mano:

Pasa el día haciendo cosas con tu mano no dominante. Si eres zurdo abre las puertas con la mano derecha. Si eres diestro intenta usar las llaves con la mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca algunas conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas diarias. Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del cambio de mano en las tareas.

Apréndete los números de teléfono:

Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que nos llaman. Nadie ha vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono, pero es una estupenda actividad para ejercitar la memoria. Apréndete un nuevo número de teléfono cada día.

Come para tu cerebro:

Tu cerebro necesita que comas grasas saludables. Céntrate en las grasas de pescado como las del salmón salvaje, frutos secos como las nueces, y aceites como el de linaza u oliva. Ingiere más esta clase de alimentos y reduce las grasas saturadas. Elimina por completo los ácidos trans-grasos de tu dieta.

Rompe con la rutina:

Nos encantan las rutinas. Tenemos hobbies y pasatiempos que podemos hacer durante horas. Pero cuanto más nos habituamos a una tarea más se convierte en una naturaleza arraigada y menos trabaja nuestro cerebro al hacerla. Para ayudar de verdad a que tu cerebro se mantenga joven, rétalo. Cambia la ruta hacia el supermercado, usa tu mano contraria para abrir las puertas y cómete primero el postre. Todo esto forzará a tu cerebro a despertarse de sus hábitos y a prestar atención de nuevo.

Vete por un sitio diferente:

En coche, o a pie, busca nuevas rutas para llegar a donde quiera que vayas. Este pequeño cambio en la rutina ayuda al cerebro a practicar con la memoria espacial y las direcciones. Intenta cambiar de acera y altera el orden en que visitas tus tiendas preferidas para así cambiar la rutina.

Adquiere una nueva habilidad:

Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples áreas cerebrales. Tu memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y asociarás las cosas de un modo diferente. Lee a Shakespeare, aprende a cocinar o a construir un avión con palillos, todo sirve para retar al cerebro y darte cosas nuevas en las que pensar.

Haz listas:

Las listas son maravillosas. Hacer listas nos ayuda a asociar unos datos con otros. Haz una lista de los lugares a los que has viajado. Haz una lista de todas las comidas sabrosas que has probado. Haz una lista con los mejores regalos que has recibido. Haz una lista mental diaria para ejercitar a la memoria y para conseguir nuevas conexiones cerebrales. Pero no dependas demasiado de ellas, haz una lista con todo lo que necesitas comprar pero luego trata de no usarla en el supermercado. Usa la lista una vez que hayas metido todos los productos en la cesta simplemente para comprobar tu memoria. Haz lo mismo con tu agenda de quehaceres diarios.

Elige un nuevo hobby:

Encuentra algo que te cautive, que puedas hacer fácilmente en casa y que no cueste demasiado dinero. Haz fotografías con una cámara digital, aprende a dibujar o a tocar un instrumento, practica nuevos estilos de cocina o escribe. Todas estas son buenas elecciones.

Importante: Recuerda que la inteligencia se ve favorecida cuando te planteas la resolución de problemas en áreas o temas que movilizan fuerte y positivamente tus emociones, y se dificulta cuando te faltan motivaciones para lograrlo. Involúcrate en acciones gratificantes y ganarás doblemente, tanto en placer como en inteligencia aplicada.

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