Ruth Ann Steinhagen: la fanática que casi mata a su ídolo

Eddie Waitkus era un popular beisbolista de los Philadelphia Phillies. El 14 de junio de 1949 regresaba a su habitación de hotel en el Edgewater Beach Hotel, al norte de Chicago. Mientras ingresaba, la recepcionista llamó su atención para entregarle un misterioso mensaje dejado por una mujer que sólo se identificó como Ruth Ann Burns. Aunque a Waitkus no le sonaba el nombre, leyó el breve mensaje.

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El desafortunado encuentro de Eddie Waitkus y Ruth Ann Steinhagen.

Pese a que venía de un intenso partido entre los Phillies y su antiguo equipo, los Chicago Cubs, a Waitkus le picó la curiosidad y terminó llamando a la habitación del hotel señalada en el recado. Le contestó una mujer que se negó a confesar su preocupación por teléfono e insistió en que se vieran en persona. Al llegar a la habitación, el beisbolista encontró a una joven de 19 años llamada Ruth Ann Steinhagen, a quien jamás había visto antes. Tras ingresar al cuarto de hotel, se sentó y le preguntó a la mujer que quería.

El ataque.

carta de Steinhagen a Waikus

En ese momento, Steinhagen dijo que le tenía preparada una sorpresa, sacó un rifle calibre 22 del armario y le apuntó al pecho. En el testimonio que Steinhagen proporcionó a la policía poco después, se dice que un horrorizado Waitkus se puso de pie inmediatamente. Y en ese instante ella le dijo: “durante dos años me has acostado, ahora vas a morir”. Aunque el pobre beisbolista cooperó cuando la mujer le ordenó que se mantuviera junto a la ventana, ella le disparó a quemarropa.

La bala pasó extremadamente cerca del corazón de Waitkus y, aunque no lo mató al instante, el hombre se desplomó en el piso. A continuación, Steinhagen toma la mano de Waitkus y llama a la seguridad del hotel. “Acabo de dispararle a un hombre. Es una larga historia, pero no hablaré de eso”, advirtió en la llamada. Edward Purdy, el encargado de seguridad, se apresuró a investigar y encontró a la agresora sentada en un banco muy cerca de los ascensores. También localizó a Waitkus inconsciente al interior de la habitación y con el arma junto a él.  Inmediatamente llamó a emergencias.

Steinhagen noticia

Russ Meyer, que en esa época era lanzador de los Phillies y compartía la habitación de hotel con Waitkus, recordó durante una entrevista que el secretario del equipo lo llamó para informarle sobre su amigo. “Recuerdo que trasladaban a Eddie a la ambulancia y no paraba de repetir una y otra vez ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?”. Waitkus fue internado en el Illinois Masonic Hospital, donde los médicos lo operaron para extraerle la bala y salvarle la vida, pese a que casi muere en la mesa de operaciones varias veces.

La confesión de Ruth Ann Steinhagen.

Ruth Ann Steinhagen quedó detenida en el cuartel general de la policía. En ese momento no se presentaron cargos, pues ni los agentes del orden ni los reporteros lograban explicarse lo que sucedió. La investigación policial solicitó que la mujer reprodujera los hechos en el piso 12 del hotel donde disparó a Waitkus. En el interrogatorio reveló que su plan original era apuñalar a su víctima.

De hecho, tenía un cuchillo de cocina en el bolsillo que dejó en el momento que el hombre ingresó a la habitación. Cuando pasó junto a ella y se sentó, decidió que usaría el rifle que había comprado con anterioridad. Agregó que, tras disparar a su víctima, Waitkus parecía estar sonriendo mientras yacía en el suelo y ella le dijo: “te gusta eso, ¿no?”. Aunque recargó el rifle y planeaba suicidarse, se arrepintió de último momento y llamó a la seguridad del hotel.

mujer en prision

Ruth Ann Steinhagen: la primera acosadora de famosos.

Pero, ¿Quién era Ruth Ann Steinhagen y porque disparó a un hombre que nunca antes había conocido? En las publicaciones periodísticas que se hicieron en la época, señalaron que Steinhagen tuvo una infancia común y corriente en Chicago. De hecho, vivió con sus padres hasta que terminó su licenciatura.

Su madre la describió como una “niña muy nerviosa”, pero jamás mostró signos que sugirieran la existencia de un padecimiento mental. Aparentemente, todo cambió después que se graduó en la universidad y consiguió un empleo en una compañía de seguros de Chicago. En esa época habría iniciado su obsesión con Eddie Waitkus, después que lo vio debutar en 1946.

Obsesión por Eddie Waitkus.

Cuando se refirió al jugador dijo: “me recuerda a todo el mundo, especialmente a mi padre”. La mujer llegó a recopilar cada uno de los recortes de periódico que documentaban la carrera deportiva del beisbolista. Tras coleccionar cientos de fotografías de Waitkus, sus padres se alarmaron pues pasaba horas observando aquellas imágenes en su dormitorio o en el comedor.

Cuando supo que su ídolo tenía raíces lituanas, investigó algunas palabras en ese idioma. También se volvió fanática de los frijoles horneados al enterarse que Waitkus era oriundo de Boston, donde el platillo es muy popular. Muchos de estos detalles y el alcance de esta obsesión vieron la luz tiempo después del ataque.

Cuando sus padres intentaron ayudarla llevándola a consulta con dos psiquiatras distintos, Steinhagen simplemente se mudó a una pensión cercana dónde podía obsesionarse aún más con las fotografías del beisbolista. Y continuó asistiendo a los partidos para ver jugar a su amado Waitkus.

Steinhagen vs Waikus juicio

La desilusión de Ruth.

En una entrevista, la madre de Ruth señaló una ocasión en que el jugador caminó cerca del asiento de su hija y está “casi se desmaya”. Pero, su obsesión por Eddie Waitkus sufrió un giro inesperado. En el interrogatorio policiaco, Steinhagen admitió que empezó a planear el asesinato de su ídolo cuando este abandonó los Chicago Cubs para irse con los Phillies de Philadelphia en 1948.

Familia y amigos sabían del plan de la joven para disparar a Waitkus. Y aunque se alarmaron al principio, no tomaron medidas pues se negaban a creer que aquella dulce joven sería capaz de cometer tal atrocidad. De hecho, cuando Waitkus se fue de Chicago asumieron que la obsesión de la joven se desvanecería con el tiempo, pues ya no podría verlo jugar con tanta frecuencia. Sin embargo, la ausencia forzada de su ídolo potenció la obsesión de Ruth y a la primera oportunidad cumplió su amenaza.

“Baseball Annie”.

Durante el juicio de Ruth Ann Steinhagen, la prensa la apodó “Baseball Annie” y publicaron toda clase de historias sobre la mujer. En varias de esas publicaciones la ilustraron sobre el escritorio de la prisión redactando una carta mientras una fotografía de Waitkus colgaba de la pared. Evidentemente, los periódicos también hicieron un seguimiento minucioso de la larga recuperación de Eddie Waitkus y su eventual regreso al béisbol.

Ruth Ann Steinhagen en prision

Sentencia y muerte.

El testimonio proporcionado durante el juicio incluyó un informe ordenado por la corte. En esencia, se concluyó que Steinhagen estaba profundamente “trastornada” al momento del ataque. Allí también destacaron varias citas de lo que comentó a sus médicos cuando la entrevistaron. En determinado momento llegó admitir: “a medida que pasaba el tiempo, me volví cada vez más loca por el chico, y sabía que jamás lograría conocerlo de forma natural… y si yo no podía tenerlo, nadie más lo haría. Entonces decidí matarlo”.

Finalmente, el jurado declaró la inocencia de Steinhagen alegando locura y la sentenciaron a recibir tratamiento en un hospital psiquiátrico. Después de tres años de reclusión en ese lugar, sus médicos la declararon lo suficientemente cuerda para reincorporarse a la sociedad. Aunque Waitkus y su familia se opusieron a esta decisión, el jugador no presentó más cargos contra la joven y Steinhagen no tuvo que enfrentar nuevamente a la justicia.

Los detalles sobre su vida posterior prácticamente son inexistentes, sólo se sabe que vivió tranquilamente en Chicago hasta su muerte en 2012, a los 83 años. Ruth Ann Steinhagen se volvió tan poco relevante que la noticia sobre su muerte se divulgó varios meses después. De hecho, los encargados de la morgue ni siquiera recordaron su nombre.

muerte de la fanatica

Una estrella apagada.

Eddie Waitkus regresó al campo de juego en la temporada de 1950 y ayudó a los Phillies a ganar el Banderín de la Liga Nacional ese año. Sin embargo, su carrera sólo duró cinco años más y sus compañeros insistieron en que nunca fue el mismo tras el ataque. La única cosa positiva de aquella tragedia, según Eddie Waitkus hijo, es que sus padres se conocieron en la recuperación.

“De no haber sido por ese horrible evento en su vida, mi hermana y yo probablemente no estaríamos aquí”. Aquel trauma produjo un fuerte impacto en la personalidad Waitkus, y desarrolló cierta paranoia a la hora de conocer gente nueva. Rara vez hablaba en público sobre el tiroteo y lo cerca que estuvo de la muerte.

Eddie Waitkus

Aunque en 1949 algunos periódicos se enfocaron en los peligros del “culto a las celebridades”, no se produjeron cambios significativos en la mecánica de interacción entre los famosos y sus fanáticos. Tendrían que suceder otras tragedias y pasar muchos años para que las celebridades tomarán en cuenta la seguridad en presencia de sus seguidores. Para bien o para mal, en aquella tragedia de 1949 se inauguró la era del acosador de famosos.

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1 comentario en «Ruth Ann Steinhagen: la fanática que casi mata a su ídolo»

  1. Esta historia me gusta para las feministas que dicen que los hombres son los que acosan a las mujeres, yo tambien fui acosado de niño y joven por mujeres, no que fuera tan lindo, y esa es la duda, ¿Entonces por que lo hacen? Buena historia

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