Permítenos presentarte el concepto de robo de ADN, algo que será todo un tema para los humanos del futuro. Si un paparazzi tradicional ya es una piedra en el zapato para un famoso, los ladrones de ADN se convertirán en némesis de las celebridades. Algunos expertos en temas legales empiezan a advertir que los paparazzi recolectarán mucho más que fotografías. Podrían empezar a robar aquello que hace a los famosos ser quienes son.
El robo de ADN es un tema preocupante.
Los humanos dejamos rastros de nuestro ADN en cualquier lugar donde nos paramos. Los restos de piel muerta, las uñas, el pelo que se te cae e incluso el moco que expulsas de la nariz contiene los bloques básicos que integran tu ser. Ahora, imagina que alguien malintencionado recupera esos tejidos del bote de la basura. Inmediatamente se vuelve dueño de tu ADN y, en teoría, puede hacer lo que quiera con él.
Alguien con recursos, tecnología y conocimiento podría usar ese material genético para diversos fines. Y lo peor es que no hay nada que se pueda hacer al respecto. No existe un marco legal para procesar un caso en el que alguien empleara ADN de otro individuo con fines turbios. Parece que los avances en el campo de la genética harán realidad las historias de terror que vemos en la ciencia ficción.
Crímenes genéticos.
Liza Vertinsky, de la Emory University School of Law, y Yaniv Heled, profesor de leyes en la universidad Estatal de Georgia, sacaron a relucir el tema del robo de ADN en un artículo reciente. En esta publicación, los expertos exponen una perturbadora visión sobre los “crímenes genéticos”.
Durante muchos años no existían motivos para preocuparse de que alguien robara tu código genético. Aunque tuviera un mechón de pelo, no había nada que pudiera hacer con eso. Pero, en las últimas dos décadas la ciencia genética ha dado pasos agigantados. Desde 2003, cuando los científicos descifraron por primera vez el genoma humano, se abrió una puerta para toda clase de logros fantásticos en medicina.
Desafortunadamente, no hay nadie que impida a los agentes del mal entrar por la misma puerta. Los humanos ya poseemos diversas herramientas para la edición genética. Tecnologías como CRISPR facilitan como nunca antes la manipulación del ADN. No es algo que puedas hacer en la cochera de tu casa, pero es factible.
El ADN como herramienta de control.
Lo verdaderamente escalofriante es que ni siquiera tienen que modificar tu ADN para perjudicarte. Con el solo hecho de poseerlo, pueden saber demasiado sobre ti. Al final de cuentas, ese código es lo que te hace ser tú. Supongamos que el Dr. Fulanito del Mal logra apoderarse del ADN de Menganito Fernández.
Fulanito del Mal estará en posibilidad de mapear todo el linaje de Menganito Fernández, conocer los rasgos que pueden presentar sus futuros hijos, así como la probabilidad de que desarrolle ciertas enfermedades. Habrá quienes no se escandalicen por esa clase de información. Pero, se les pondrá la piel de gallina cuando sepan que los investigadores ya trabajan en la creación de células reproductivas a partir de cualquier material genético.
Dicho de otra forma, Dr. Fulanito del Mal podría comercializar el ADN de Menganito Fernández y ¡PUM!, hijos por todas partes. Según el marco legal vigente, Menganito tendría que pasar pensión a cada uno de esos “hijos” que jamás engendró.
El robo de ADN entre las celebridades.
Algunas celebridades ya empiezan a crear conciencia sobre los riesgos de que alguien robe su ADN. En 2016, la prensa ridiculizó a Madonna por exigir que esterilizaran sus camerinos y se sustituyera la tapa del inodoro por una nueva en cualquier lugar donde actuara. No faltaron las sospechas de que sufría paranoia por el robo de su ADN. Pero, apenas seis años después su actitud ya no parece tan fuera de lugar.
Supongamos que alguien le roba el ADN a Madonna. Con el dinero que tiene esa mujer podría pagar un buen equipo de abogados y meter al ladrón a la cárcel, ¿verdad? Es un hecho que podría demandar, la gente demanda por cualquier cosa. Pero, Vertinsky y Heled dudan que bajo el marco legal vigente la demanda tenga algún efecto.
Vacío legal.
Cuando se trata de leyes relacionadas con el ADN, hay muchas más preguntas que respuestas. Por ejemplo, no hemos llegado a un consenso sobre si nuestro ADN es legalmente nuestra propiedad. O si el derecho a la privacidad se extiende para evitar que otros conozcan nuestro ADN. Es improbable que en alguna constitución del mundo exista algún artículo que proteja tu ADN.
Los expertos consideran que es momento de empezar a establecer las reglas. Desafortunadamente, los precedentes que tenemos no resultan prometedores. Volviendo a Madonna, la mujer perdió un caso judicial por el que intentaba frenar la subasta de algunos artículos íntimos. Objetos como un cepillo para peinar (con su cabello en él) y algunas piezas de ropa interior. Es muy factible que en cualquiera de esas piezas se pudiera extraer su ADN.
En esa ocasión, Madonna dijo: “es sumamente grosero y escandaloso que mi ADN pueda subastarse al público en general”.
Algo que no debes ignorar.
Probablemente estás pensando que tú no eres famoso así que, ¿a ti qué te importa? Debería importarte: imagina que alguien toca a tu puerta con un niño pequeño en brazos. Asegura que es tu hijo, lleva una prueba de paternidad certificada y exige que pagues manutención. Pero, resulta que es una persona a la que nunca antes has visto. ¿Cómo existe un hijo tuyo perdido por ahí?
¿Recuerdas aquella vez que saliste del cine y pegaste tu chicle en el tronco de un árbol? Alguien lo recogió y extrajo tu ADN de él. Vertinsky y Heled dicen que, a diferencia de las celebridades, la mayoría no debemos preocuparnos por la recolección y el uso de material genético clandestino. Pero, es una posibilidad que no debemos ignorar.
Quizá no hay nada de que preocuparse y no es más que puro alarmismo. Pero, sería bueno que dejaras de mudar de piel y evitar que el cabello se te caiga en sitios públicos. Tan sencillo como eso.