Pasqual Pinon, el mexicano de dos cabezas

Pasqual Pinon, mejor conocido en su tiempo como el mexicano de dos cabezas, era un artista circense de principios del siglo XX. El hombre era una atracción sumamente destacada en el Circo Sells-Floto a principios de los años 1900.

Pasqual Pinon retrato
Foto: Wikipedia

Pasqual padecía de un tumor benigno enorme situado en la cabeza sobre su frente, durante algún tiempo trabajó en un ferrocarril en Texas, hasta que fue descubierto por un organizador de espectáculos de circo en 1917, quien terminó por convencerlo de que podía ganar dinero con esta deformidad.

El organizador de espectáculos de circo terminó por converse a si mismo de que el enorme tumor en la cabeza Pasqual no era lo suficientemente extraño, así que determinó crearle un falso rostro.

Sells-Floto circo

Fue entonces que Pasqual inició sus labores en el circo, donde su fama creció como la espuma tras presentarse con la cara falsa, en el espectáculo presentaban a Pasqual como un hombre de dos cabezas. Nadie sabe con certeza si la cara estaba hecha de cera o de plata, pero algunos informes dicen que fue hecha de plata y que se colocó quirúrgicamente bajo la piel – sin embargo, esto es muy poco probable para la época.

Pasqual Pinon

Pasqual no era para nada un artista, y la mayor parte de su actuación se limitaba a sentarse y a levantar la barbilla en el aire para mostrar de una mejor forma la conexión natural entre su cabeza y su pequeña cabeza secundaria.

El hecho es que después de varios años de exitosos recorridos, el gerente del Sells-Floto pagó la extirpación del tumor y Pasqual regresó a Texas. Lo que pasó después con la vida de Pasqual es totalmente desconocido. Se supone que volvió a su vida como operario de ferrovías y finalmente acabó sus días en la jubilación.

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3 comentarios en «Pasqual Pinon, el mexicano de dos cabezas»

      • Segun habia leido que la otra cabeza era totalmente independiente, decia que en las noches le hablaba y que no lo dejaba dormir, incluso pedia ser alimentada. me parece muy aterrador ese caso

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