En Hungría, hoy entra en vigor una medida que obliga a las mujeres a escuchar el latido cardíaco del feto antes de abortar. Es un requisito imprescindible para llevar a cabo la interrupción voluntaria del embarazo, pues un informe médico debe certificarlo. Las mujeres húngaras tienen acceso legal al aborto desde 1950, pudiendo solicitarlo hasta la doceava semana de gestación.
Aunque, en casos excepcionales, este límite de tiempo se extiende hasta los seis meses. La legislación sobre el aborto en Hungría se mantuvo inalterada durante las últimas tres décadas. Curiosamente, Amnistía Internacional acusó que se trata de un “preocupante pasó hacia atrás”, según un artículo publicado por el periódico alemán Deutsche Welle.
Diferencias ideológicas.
La eurodiputada Ska Keller, miembro del grupo político Greens/European Free Alliance, señaló en entrevista para Euronews que “las mujeres son quiénes más sufren en gobiernos de extrema derecha. Principalmente porque [estos gobiernos] cuestionan la autonomía corporal de las mismas. Les dicen cómo vivir y lo que pueden hacer con su propio cuerpo”.
En el otro extremo, la diputada de extrema derecha Dóra Dúró, Miembro de la Asamblea Nacional de Hungría, se mostró satisfecha por la implementación de esta nueva medida en su país. “El gobierno impulsa la protección de todos los fetos desde el momento de la concepción. De esta forma, al menos tendrá unos segundos para comunicarse con su madre a través del latido cardíaco antes de que se practique el aborto”.
Nuevos requisitos para abortar.
Estamos ante una medida legal parecida a la que se aplicó en el sur de los Estados Unidos. En el caso de las mujeres estadounidenses, se les exige que escuchan la frecuencia cardíaca fetal como parte del “consentimiento informado” requerido para practicar un aborto legal. Aunque, desde una perspectiva científica, la frecuencia cardíaca fetal es un término que podría ser engañoso.
¿Cuáles son los límites de latidos en un corazón humano?
Esto se debe a que, en las primeras fases del embarazo, el sonido que puede percibirse en las primeras ecografías es generado por la propia máquina de ultrasonido.