Muerte psicogénica: el “abandono” mental que puede matarte

Tal vez la fuerza de voluntad no es suficiente para superar una situación complicada, pero no cabe duda de que hace una gran diferencia. ¿Crees posible que una persona pueda morir simplemente por “renunciar a la vida”? Según una nueva investigación, cuando un individuo ingresa a un estado donde cree que la derrota es ineludible, la muerte puede convertirse en una consecuencia real.

close up rostro llorando

El estudio, liderado por el investigador John Leach de la Universidad de Portsmouth, es pionero en describir los marcadores clínicos del “desistimiento a la vida”, una condición psicológica cuyo término científico es muerte psicogénica.

La muerte psicogénica.

Esta condición generalmente aparece después de un trauma sobre el que la persona cree no hay escapatoria, provocando que la muerte figure en su mente como el único resultado lógico. De forma general se presenta tres semanas después a la aparición de la primera fase.

No se trata de suicidio y no está relacionada con la depresión. El acto de renunciar a vivir es una condición muy real, muchas veces vinculada a traumas graves”, específica Leach.

apatia

El investigador llevó a cabo una descripción de las cinco fases que conducen al declive psicológico progresivo y sugiere que el desistimiento a la vida puede originarse en una alteración de un circuito frontal subcortical del cerebro, una parte encargada de administrar nuestro comportamiento orientado a los objetivos. El probable candidato recibe el nombre de cortex del cíngulo anterior, encargado de motivarnos.

“Un trauma puede terminar generando un mal funcionamiento del giro cingulado en algunas personas. La motivación resulta esencial para hacer frente a la vida y, si llega a fallar, la apatía se vuelve prácticamente inevitable”, explica.

Reversión de la muerte psicogénica.

La muerte psicogénica no es un padecimiento incurable, y puede revertirse de distintas formas en cada fase. Entre las intervenciones más comunes tenemos la actividad física y/o lograr que la persona sea capaz de comprender que la situación que lo aflige, al menos parcialmente, está bajo su control. Estos dos factores tienen la peculiaridad de desencadenar la liberación en el organismo de la sustancia química dopamina.

“Revertir el declive de la muerte psicogénica tiende a lograrse cuando un sobreviviente encuentra o recupera su sentido de elección, de que tiene algún tipo de control, y suele venir acompañado por una cura de las heridas psicológicas y la renovación del interés por la vida”, afirma Leach.

mano en el agua tormenta

Las cinco etapas de la muerte psicogénica.

1 – Aislamiento social.

La primera etapa, cuando el individuo busca evitar el contacto social, generalmente es antecedida por un trauma psicológico. Los individuos que atraviesan esta fase se mantienen absortos en su propio mundo, muestran indiferencia y falta de emoción.

Aquellos individuos que han sido prisioneros de guerra muchas veces caen en esta fase inicial. Simplemente se “retiran” de la vida social, convirtiéndose en entes pasivos de la comunidad.

Según la opinión de Leach, este retraimiento social puede ser una forma de enfrentar una situación complicada. Es decir, la persona se aleja de cualquier influencia emocional externa para permitir que su estabilidad emocional interna se enderece. Sin embargo, cuando se sale de control termina convirtiéndose en apatía.

mujer solitaria y triste

2 – Apatía.

La apatía puede ser definida como una “muerte emocional” simbólica, un comportamiento que se manifiesta profundamente en prisioneros de guerra y sobrevivientes de accidentes aéreos o naufragios. Es diferente a la ira, tristeza o frustración y se caracteriza por una melancolía que desmoraliza.

También se le ha descrito como la ausencia del esfuerzo para mantenerse. Las personas que caen en esta fase muchas veces se vuelven descuidadas con su imagen personal, y terminan perdiendo el instinto de la higiene.

Se siente como un grave desánimo, donde hasta la tarea más sencilla parece implicar un esfuerzo máximo.

plato cara triste

3 – Abulia.

En esta fase, la marcada falta de motivación se ve todavía más agravada por una respuesta emocional débil, la incapacidad para tomar decisiones y la completa ausencia de iniciativa. Resulta muy poco probable que una persona que ha caído en esta fase entable una conversación. También es común que se nieguen a bañarse o comer.

De forma general, el individuo va perdiendo su motivación intrínseca (ese instinto o deseo de actuar para salir adelante), pero todavía puede recibir motivación a través de otras personas mediante el raciocinio, la educación persuasiva, el antagonismo e incluso la agresión física.

“Algo muy interesante sobre la abulia es que parece existir una mente vacía o una conciencia desprovista de contenido. Los individuos que llegan a recuperarse de esta fase la describen como tener una mente de atole, o no tener ningún pensamiento”, apunta Leach.

atrapado

4 – Acinesia psíquica.

Es una fase donde el individuo está consciente, pero sumido en un profundo estado de apatía e insensible al dolor extremo. Muchas veces se vuelven incontinentes, al punto que llegan a descansar en sus propios excrementos.

La falta de respuesta al dolor se describió en un estudio de caso donde una joven, posteriormente diagnosticada con acinesia psíquica, resultó con quemaduras de segundo grado al ir a la playa pues pasó mucho tiempo bajo el sol.

abulia

5 – La muerte psicogénica.

La etapa final implica la desintegración del individuo. “Se manifiesta cuando alguien renuncia. La persona puede estar acostada en sus propios excrementos y nada, ninguna súplica, advertencia o cachetada, puede lograr que viva”, señala Leach.

En los campos de concentración, los individuos que alcanzaban esta fase generalmente eran reconocidos pues empezaban a fumar.

En aquellos lugares, los cigarrillos eran objetos valiosos que podían intercambiarse por cosas importantes para sobrevivir, como la comida. “Cuando un prisionero tomaba un cigarro y lo encendía, sus compañeros sabían que esta persona había renunciado, que había perdido la fe en su capacidad para continuar y dentro de poco estaría muerta”, dice el investigador.

Pasar de la acinesia psíquica a la muerte psicogénica generalmente toma entre 3 y 4 días. Poco antes de la muerte, es común que se experimente un “falso despertar”, un destello de vida, como los prisioneros que, de repente, empezaban a disfrutar de fumar un cigarrillo.

“Aparentemente, la fase de ‘mente vacía’ pasó y fue sustituida por lo que podría describirse como un comportamiento dirigido a un objetivo. Sin embargo, resulta paradójico que cuando se manifiesta un diminuto comportamiento dirigido a un objetivo, el objetivo en sí parece ser la muerte”, termina el investigador.

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6 comentarios en «Muerte psicogénica: el “abandono” mental que puede matarte»

  1. ,i deseo es dejar de existir, tengo trastorno bipolar, y el extremo es manejar sicologicamete a mis afectos, pienso que ya cumpli mi período en este mundo, tengo una esposa de segundo matrimonio, ella es u angel, estuve alejado de mis cuatro hijos 9 años, empece a vera hace uno dias, e dice que esto es pasajero, mi mete la ecucha,pero sigo queriendo morir, no le encuentro sentido a la vida, tengo 62 años, estoy jubilaso por incapacidad, me voy a vagar hasta qeu por medios ´ropios pido ayuda, pero no logro mi cometido, que es morir en paz y dejar de molestar a la gente.

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  2. Ya habia escuchado sobre esto,aunque no sabía que tenía nombre…incluso me parece que lo escuchamos hasta en canciones…”se murió de tristeza” “se murió de amor”…ahora veo que de verdad podría pasar

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  3. Esto, creo que le pasó a mi hermano, se murio una de sus hijas y empezó a decaer, la familia le quiso animar pero casi no comia y murió. La ultima semana se le veia muy animado pero ya no aguanto su muy castigado cuerpo, mano me acuerdo mucho de ti.

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  4. Bueno… yo me he encontrado en un estado de depresión mala (de hecho, son más mis días deprimido que mis días normales)
    Incluso ya intenté suicidarme 3 veces (me corte las 2 muñecas, cuando la primera sano, fui contra la otra mano)
    Sucede que mi sangre es muy buena y cicatrizó rápidamente en ambas ocasiones. Quién lo hubiera imaginado?
    La tercera fue un golpe en la cabeza, que según yo sería lo suficientemente fuerte para morir, sólo desmaye por un día.

    Sin embargo, no he llegado a los extremos de descansar en mis propias heces o de no bañarme.

    Imagínense, intento suicidarme, y me muero en mi propia caca… qué vergüenza que me tengan que recoger todo apestoso. Si me va a llevar la flaca, que sea como un catrín y no como vago.

    Si hay alguien pasando por esto de la depresión severa, les recomiendo que no salgan a buscar relaciones sociales, ni lean libros, ni nada de eso.
    La mejor autoayuda es la que está más próxima a nuestra realidad inmediata.

    Yo la supero (en veces) haciendo ejercicio, estudiando algo nuevo, o simplemente estando completamente sólo y en silencio, escribiendo en un cuaderno todo eso que me pasa. Buenas prácticas terapéuticas, sobre todo… estudiar algo nuevo ayuda demasiado.

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    • No se si tu comentaio es real o cotorreo pero en caso de ser real y sin afan de ofender he de admitir que me causo mucha gracia esta parte sic “Imagínense, intento suicidarme, y me muero en mi propia caca… qué vergüenza que me tengan que recoger todo apestoso” jajjaja si ya estas muerto como rayos vas a tener vergüenza? Jajajjaja

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    • Yo te entiendo, he estado en esa situación, sin ser suicida alguna etapa de mi vida me he tirado al olvido, como a un vacío mental donde no esperas nada, cumples y vas, asistes y no fallas, pero vacío, ni tu familia se entera y creen que son etapas, pero no, eso del deporte es cierto, ayuda mucho, aprender también lo hace, psicólogos, terapia, entrevistas van y vienen pero mientras uno no quiera ayuda, esta nunca llegará… en lo personal lo que me ayudó fue ir a la cárcel, no como reo, si no como voluntario del INEA, la verdad, al ver la situación de esa gente, sus ganas de vivir y el platicar con los familiares, fue lo que me ayudó mucho, ahora todo es distinto, de vez en cuando tengo recaídas pero el ritmo de vida me mantiene activo, me siento útil, mas no sé si sea así toda la vida, lo que si, ahora tengo una meta en la vida y esa sensación de querer pararte de la cama para lograrla es algo que antes desconocía, espero pronto salgas de esto y hagas de tu vida una semilla, de ayuda y esperanza para alguien que se cruce en tu vida. Suerte!!

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