Monumento en NY conmemora accidente que nunca sucedió

Una extraña estatua de bronce que conmemora a las víctimas de una embarcación apareció de la noche a la mañana en el sur de Staten Island. La novedad en este lugar, donde abundan las estatuas que rinden homenajes a los muertos perdidos en el mar, exhibe un ferry llamado Cornelius G. Kolff siendo llevado a las profundidades del océano por un calamar gigante.

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Lo que pareciera una pieza más de la mitología, en realidad no pasa de un engaño muy bien elaborado por un artista llamado Joseph Reginella.

La “broma” de Reginella consta de varias partes. Para generar veracidad en la historia de la estatua, el hombre creó un sitio web, un documental, artículos en diversos periódicos y varios panfletos que llaman la atención de los turistas sobre un monumento que carece completamente de sentido.

La idea de este proyecto, que requirió de casi medio año de trabajo, surgió cuando Reginella platicaba con su hijo durante el trayecto entre la isla de Manhattan y Staten Island, un recorrido que se hace en ferry. “Me preguntaba todo tipo de cosas locas como ‘¿el agua está llena de tiburones?’ Le respondí que no, pero que un calamar gigante se había tragado uno de los barcos en la década de 1960”, aseguró el artista en una entrevista a The Guardian.

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Esa pequeña mentira blanca escaló rápidamente hasta convertirse en un proyecto artístico multimedia y un experimento social. Por temor a que fuera retirada por las autoridades, Joseph movía su estatua de bronce cada dos días, y se maravillaba con la reacción que las personas mostraban cuando la veían. “La miran con extrañeza, observan al mar y después se alejan. Yo me mantengo cerca con una caña de pescar y escucho las conversaciones”.

Cuando alguien cuestionaba la veracidad de los hechos, Joseph intervenía asegurando que el calamar atacó el día 22 de noviembre de 1963, el día en que asesinaron a JFK. “Les genera posibilidades”, afirmó.

El documental, producido por Melanie Giuliano, amiga de Reginella, contó con la participación del padre de la productora haciendo el papel de un “marinero experto” y “testigo ocular”. La narración fue llevada a cabo por un amigo de la esposa de Joseph. “Creí que era una idea loca, pero me pareció divertida”, dice Giuliano.

Imágenes ioctopusdisaster.com

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