El aprendizaje de la ciencia siempre suele ser mal estereotipado con un montón de libros sin fin, horas interminables en los laboratorios y hombres aburridos que apenas y saben contar un chiste. Pero esos mitos están muy lejos de la realidad, lo cierto es que incursionar en el mundo de la ciencia, además de ser muy satisfactorio, también puede resultar muy divertido.
Eduardo Sáenz de Cabezón desarrolla un divertido monólogo sobre teoremas y el amor, mismo que resultó ganador en la primera edición de Famelab en España, en 2013.
Gracias a Leser0789.
ES EL MEMO RÍOS DE ESPAÑA, NAH MALO!