Millones de jóvenes están en riesgo de sufrir pérdida auditiva a causa de la música alta y el uso de auriculares. Según una nueva investigación, 48% de los jóvenes y 24% de los adolescentes se involucran en prácticas auditivas riesgosas. El preocupante análisis de datos se publicó hace algunos días en la revista BMJ Global Health.
Los investigadores consideran que estos hallazgos refuerzan la necesidad de diseñar e implementar políticas públicas enfocadas en la salud auditiva. De acuerdo con información divulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del mundo unos 430 millones de personas padecen discapacidad auditiva. Es una cifra que crece vertiginosamente, particularmente entre los jóvenes.
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Este grupo destaca como el más vulnerable por el uso de dispositivos de escucha personal, como auriculares y smartphones. Y por el hábito de visitar lugares con música extremadamente alta. En investigaciones previas, se observó que las personas generalmente eligen una intensidad de sonido de hasta 105 dB al usar dispositivos de escucha personal.
Y en las fiestas o sitios de recreación la cosa no mejora, pues allí la intensidad del sonido varía entre los 104 y 112 dB. Es una auténtica locura que excede por mucho los niveles “saludables” de ruido: 80 dB para los adultos y 75 dB para los niños. Saludables está entrecomillado porque esa intensidad de sonido solo se recomienda por periodos muy cortos de tiempo.
Prácticas auditivas riesgosas entre los jóvenes.
Para crear una muestra representativa de adolescentes y jóvenes alrededor del mundo, los investigadores tomaron información de bases de datos con estudios relevantes publicados en francés, español, inglés y ruso. Buscaban crear una estimación global precisa para sugerir políticas a partir de la evidencia.
Entre los estudios seleccionados, los voluntarios tenían entre 12 y 34 años de edad. Además, se registraron sus niveles de salida con dispositivos medidos objetivamente, así como la duración de la exposición. En total, los investigadores se enfocaron en un grupo de 33 estudios, correspondientes a datos de 35 informes médicos y más de 19 mil participantes.
De estos, 17 registros atendieron el uso de dispositivos de escucha personal y los otros 18 lugares de entretenimiento ruidosos.
Población en riesgo.
En el proceso, los investigadores también estimaron el número global de individuos que están en riesgo de sufrir pérdida auditiva. Esta cifra surgió al considerar que la población global estimada entre los 12 y 34 años es de 2,800 millones de individuos. Y de las mejores estimaciones sobre la exposición a prácticas auditivas riesgosas, todo esto proveniente de una revisión sistemática de los datos.
Al final, el análisis concluye que la prevalencia de prácticas auditivas inseguras o riesgosas es algo común en todo el mundo. Entre el 24% de los adolescentes y 48% de los jóvenes presentan estos malos hábitos. A partir de estos porcentajes, los investigadores calcularon que el número global de adolescentes y jóvenes adultos en riesgo de sufrir pérdida auditiva va de los 670 millones a 1,350 millones.
Necesidad de políticas contra la perdida auditiva.
Por supuesto, el estudio reconoce ciertas limitaciones en la metodología empleada. Por ejemplo, el diseño variado del estudio, una característica que predomina en las investigaciones sobre sitios de recreación. Por otro lado, tenemos la ausencia de una metodología estandarizada. Además, las estimaciones realizadas prescindieron de algunos factores potencialmente influyentes, como aspectos demográficos y cambios recientes en la política de ruido de algunas regiones.
Pese a esto, no cabe duda que los hallazgos del estudio son alarmantes y por eso la conclusión: “existe una necesidad urgente para que los gobiernos, industrias y sociedad civil den prioridad a la prevención global de pérdida auditiva, principalmente a través de la promoción de prácticas auditivas seguras”.
Tengo una vecina que anda en los 50 años y tiene una pérdida auditiva considerable ya diagnosticada por un especialista. El caso es que esta señora empezó a escuchar música muy alta desde hace unos 15 años, cuando compró su flamante minicomponente. Varias veces los vecinos se quejaron del ruido, pero se limitó a decir que estaba en su casa y que podía hacer lo que quisiera. Hoy el karma le anda cobrando caro su imprudencia, pero sigue escuchando música a todo mecate.
Pos yo tengo 47 años y son metalero, musica que solo se escucha a un solo volumen ALTO y puedo escuchar perfectamente.