Mansa Musa, el hombre más rico de la historia

Carlos Slim, Bill Gates e incluso Rockefeller quedan como simples novatos ante Mansa Musa, un emperador maliense del siglo XIV que, según los registros, es el hombre más rico que ha existido en la historia de la humanidad. Imagina el dinero que pudo tener la persona más rica en la historia. Ahora agrega un par de cientos de miles de millones (de dólares) y probablemente te aproximes a la riqueza que ostentaba Mansa Musa en torno al año 1324 d.C.

oro mansa musa

Economistas e historiadores han determinado que la riqueza de este emperador de África Occidental era tan vasta, que fácilmente lo ubica como la persona más rica en la historia. ¿Pero, exactamente cuánto dinero tenía? ¿Y cómo llegó a acumular tanto?

 

Los inicios de Mansa Musa I.

El emperador Mansa Musa I ascendió al trono del Imperio maliense por medios poco ortodoxos. Antes de aventurarse en un largo y medianamente arduo peregrinaje hacia La Meca (conocido como Hajj por los musulmanes), el entonces emperador Abubakari II delegó temporalmente su papel a Musa. Un emperador “interino” era algo relativamente común en la historia del Imperio. Era un cargo que en nuestros días equivaldría al puesto de vicepresidente.

Esta disposición funcionó según lo planeado hasta que Abubakari se propuso explorar el lado lejano del Océano Atlántico y jamás regresó del viaje. Así, Musa quedó a cargo del trono desde que fue delegado por el emperador. Sin embargo, Musa tampoco era un don nadie: era sobrino de Sundiata Keita, el hombre que había fundado el Imperio maliense.

Como lo mencionan incontables cursos de emprendimiento, existen muchas formas de acumular riqueza. Musa estableció como principal actividad económica el comercio de oro y sal, que en aquella época podían encontrarse en abundancia en África Occidental. Además, utilizó el dinero para fortalecer los centros culturales de la nación, particularmente Tombuctú, que quedó anexado en el año de 1324.

Mansa Musa Hajj

 

El Hajj de Mansa Musa a La Meca.

Fue cuando Musa emprendió su Hajj hacia La Meca – un ritual importante en la religión musulmana, que se encontraba ampliamente diseminada en la zona en este punto de la historia – que el resto del mundo tomaría conciencia de su extensa riqueza.

Dado que tenía mucho para gastar, la caravana que lo acompañó a través del Cairo, Medina y finalmente La Meca estaba integrada por más de 60,000 personas, docenas de animales y mucho oro. De hecho, en el recorrido Musa iba regalando oro a las personas que encontraba en las calles.

También se dedicó a comprar un montón de cosas, tantas cosas que, aunque parezca increíble, arruinó la economía global durante un corto periodo de tiempo: el oro que gastó empezó a circular, y en determinado momento había tanto en circulación que su precio se vino abajo.

Esta desorganización eventualmente quedó emparejada, en parte porque Mansa Musa solicitó préstamos a prestamistas del Cairo (a pesar de los altos intereses) y controló de forma unilateral el precio del oro en el Mediterráneo.

 

Mansa Musa, el filántropo.

¿Entonces, qué hizo Mansa Musa con toda su fortuna además de regalarla a la gente en la calle y comprar un montón de cosas?

Utilizó la mayor parte para construir un gran número de mezquitas (la leyenda dice que durante su reinado se construyó una cada viernes), entre las más famosas destaca la mezquita Djingureber. También ordenó la edificación de universidades en su reino – varias de las cuales, al igual que las mezquitas, aún se mantienen de pie en nuestros días, prácticamente siete siglos después.

mezquita Djingureber en Tombuctú
Mezquita Djingureber en Tombuctú.

Literalmente, Mansa Musa se puso a sí mismo (y a su imperio) en el mapa cuando emprendió este viaje – mapas provenientes de cartógrafos italianos, que se realizaron durante su reinado, lo retrataron sosteniendo una pepita de oro. Extendió el alcance de sus puertos comerciales y se convirtió en uno de los gobernantes más poderosos de su tiempo – si no es que en el más poderoso de la historia.

De acuerdo con la mayoría de estimaciones históricas, el mandato de Musa se extendió a lo largo de 25 años: se cree que murió en el año de 1332, fecha en que heredó el trono a su hijo.

Como muchas otras personas extremadamente ricas que se vuelven seguidoras de causas filantrópicas, podrás apreciar que Mansa Musa también supera en acciones de esta clase a multimillonarios contemporáneos como Bill Gates o Warren Buffett.

 

El más rico de la historia.

Mapa Musa Mansa retrato sosteniendo pepita de oro
A la derecha, el retrato de Mansa Musa sosteniendo una pepita de oro.

Calculando los ajustes de la inflación, se ha llegado a estimar que la fortuna de Mansa Musa ascendía a US$ 400,000 millones. La única persona que se acerca un poco a la fortuna de Musa es John D. Rockefeller, al que los economistas le han estimado una fortuna que asciende a US$ 336,000 millones.

Evidentemente, Rockefeller no sólo está en el negocio del petróleo, virtualmente fue el negocio del petróleo. Y Bill Gates está varios cientos de miles de millones por debajo de Musa con US$ 136,000 según las últimas estimaciones. Sin embargo, ¿qué ha construido Gates que pueda perdurar los próximos 700 años?

Al final, historiadores y economistas encuentran el legado de riqueza de Mansa Musa no por el dinero que tenía, sino por la forma en que lo utilizó.

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