Los Ovtiz, la familia de enanos en Auschwitz

Los relatos provenientes de Auschwitz suelen ser narraciones de un infierno sobre la tierra. La historia de la que damos cuenta en esta publicación, aunque también sea un relato repleto de crueldad y menosprecio por el ser humano, tuvo un final feliz. Se trata de la historia de los Ovtiz, una familia de enanos rumanos judíos que sobrevivió a los horrores del campo de exterminio nazi.

Troupe Lillilput foto calor

Su historia es peculiar por qué, según las propias palabras de Piroska Ovitz, “fuimos salvados por la gracia del diablo”. Ese “diablo” en cuestión poseía un rostro, un nombre e incluso un apodo: Josef Mengele o “Todesengel” (el Ángel de la muerte, en alemán).

Oriundos de Rozavlea, un poblado en la región de Transilvania, al occidente de la actual Rumania, los Ovitz fueron (y son) el mayor número de miembros de una misma familia afectados por acondroplasia, un trastorno en el desarrollo óseo de los cartílagos que provoca enanismo. El rabino Shimshon Ovitz (enano) contrajo matrimonio en dos ocasiones con mujeres normales y en total procreó a diez hijos, un 70% de los cuales heredó la anomalía de su padre. Entre estos hijos enanos había cinco mujeres: Frieda, Elizabeth, Piroska, Rozika y Franzika; y dos varones: Micki y Avram. La más joven, Piroska, nació en 1921.

En una época donde su condición los limitaba para conseguir un trabajo digno, aunado al hecho de que por sus venas corría la sangre de auténticos artistas – antes de convertirse en rabino su padre trabajó como badkh, un término en hebreo para referirse a los bufones –, convirtieron sus carencias en virtudes y crearon la Troupe Lilliput.

Troupe Lillilput actuación

Troupe Lilliput fue el nombre que se dio al grupo compuesto por todos los integrantes de la familia cuyo trabajo era hacer giras por toda Europa presentando espectáculos musicales y actos humorísticos, los tres hermanos que no resultaron enanos no fueron excluidos y trabajaban en la organización de la empresa. Pese a su desventajosa condición de enanos judíos – dos grupos que sufrieron la discriminación de las políticas nazis y la supuesta “limpieza de razas” –, los primeros años de guerra no representaron demasiadas vicisitudes para los Ovitz, de hecho, la familia aumentó tras algunas bodas y nacimientos.

Pero la suerte les cambió el día 19 de mayo de 1944 cuando un grupo de oficiales alemanes los apresó en Hungría. Como muchos de los judíos tomados prisioneros en aquella época, la familia fue a parar a Auschwitz. Cuando arribaron al campo de concentración, uno de los oficiales quedó impresionado al ver a siete enanos vestidos de forma muy refinada (los apresaron en el medio de una actuación) bajando de uno de los vagones y que, además, eran miembros de la misma familia. A sabiendas de esa pasión obsesiva que el doctor Josef Mengele – el médico oficial del lugar desde hacía un año – tenía por experimentar con humanos, sobre todo con los que se consideraban fuera de la norma, pensó que sería una excelente idea avisarle… y así lo hizo.

Cuando Mengele llegó hasta el grupo de enanos ordenó que los separaran y les dieran celdas especiales pues se convertirían en sus nuevos “conejillos de india”.

Josef Mengele
Josef Mengele

“Ahora tengo trabajo para más de dos décadas”, dijo el médico muy ansioso.

Esta actitud demente de Mengele les salvaría la vida. Para el doctor, aquel grupo – diversos miembros de una familia con la misma anomalía genética, representaba un diamante en bruto para sus experimentos sobre la reproducción selectiva de la raza aria. De hecho, hasta ese momento, las principales víctimas del Ángel de la muerte habían sido los gemelos idénticos, por el hecho de ser copias exactas uno del otro.

Muchos de estos gemelos perecieron durante los experimentos, pero solo tenía una familia de enanos, de forma que puso especial énfasis en que, mientras se mantuvieran fuera de su laboratorio, su estancia no fuera demasiado infructuosa. De hecho, solía tratarlos con cierta cordialidad y permitió que los más jóvenes le llamaran “tío”.

Pero no quedaron exentos de sufrimiento, pues en los experimentos volvían a su condición de conejillos de india humanos. En palabras de la propia Elisabeth Ovitz:

“Los experimentos más horribles de todos eran los ginecológicos. Nos ataban a las camas y daban comienzo a la tortura. Nos inyectaban cosas en el útero, nos penetraban, perforaban y extraían muestras. El dolor era insoportable.

No sé si nuestro físico tuvo alguna influencia en Megele o si los experimentos ginecológicos fueron completados, pero se detuvieron y comenzaron otros. Extraían líquido de nuestra medula espinal, lavaban nuestros oídos con agua extremadamente fría o caliente, lo que nos hacía vomitar. Después nos cortaron el cabello, y cuando estábamos a punto de rendirnos, comenzaron las dolorosas pruebas en la zona de la cabeza, nariz, boca y manos”.

Auschwitz vista aerea

Cuando alguien llegaba a desaparecer de la vista de los demás, era una señal inequívoca de que había muerto, por lo que en muchas ocasiones se llegó a creer que los enanos habían dejado de existir. Pero no, era el propio Mengele quien los sacaba del lugar, vestidos con sus trajes de actuación, para llevarlos a conferencias o incluso obligarlos a actuar para pasar su tiempo libre. Su vida como conejillos de india llegó a su fin el día 27 de enero de 1945 cuando el Ejército Rojo liberó el campo. Josef Mengele se las arregló para escapar.

Gracias al diablo, la totalidad de los Ovitz que llegó al campo de concentración (12 en total) lograron sobrevivir al infierno. En 1949 emigraron a Israel y se instalaron en Haifa. Poco tiempo después reanudaron su espectáculo con el mismo nombre, Troupe Lilliput, pero en sus actuaciones pasaron integrar algunas de sus vivencias en Auschwitz.

familia Ovtiz

Tras seis años de gira el grupo terminó disolviéndose. Piroska Ovitz, la última con vida del grupo de los Ovitz que ingresó a Auschwitz, murió en 2001. Sus hermanas Rozika y Franziska, llegaron a los 98 y 91 años respectivamente, siendo una familia realmente longeva.

Con información de “Giants: The Dwarfs Of Auschwitz” por Yehuda Koren y Eilat Negev en Daily Mail .

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4 comentarios en «Los Ovtiz, la familia de enanos en Auschwitz»

  1. Son personas normales de mente sana pueden estudiar cualquier carrera tienen que luchar mucho más que los que se creen normales , realmente “alguien sincero”tu si que pareces algo anormal y asqueroso

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