Leyendas urbanas de la comida

Muchas leyendas urbanas se relacionan con alimentos y bebidas. Generalmente refieren que, al consumir algunos de ellos, las personas hicieron repugnantes descubrimientos, estas son algunas de las leyendas urbanas que giran en torno a la comida.

comida

A la mexicana: Las dos más comunes en México refieren que una tamalera preparaba los suculentos aperitivos con dedos de niños pequeños y que en los cafés de chinos amasaban la pasta de los bísquets con orines para darle su sabor característico

La receta secreta: Se multiplican las historias sobre una famosa cadena de pollo empanizado. En las diferentes versiones, cuyos detalles anecdóticos cambian, los comensales descubren que no es pollo, sino ratas.

Chicle bomba: En los años ochenta salió al mercado una marca de chicles que permitía inflar bombas más grandes que cualquiera de las anteriores. Comenzó a circular el rumor de que estaban mezclados con huevos de araña.

Canibalismo accidental: Cuentan que durante la Segunda Guerra Mundial una familia de Yugoslavia recibía latas de comida que su familia le enviaba desde Estados Unidos. En una ocasión la lata contenía un alimento en polvo, lo mezclaron con agua y lo disfrutaron, ¡eran las cenizas de la abuela!

Hamburguesas singulares: Sobre estos alimentos se cuenta toda suerte de historias. Se ha dicho que la carne no es de res, sino de lombriz, y que la mayonesa está infectada con VIH pues en venganza por su despido un empleado la contamino con semen.

Siempre Coca-Cola: Las leyendas alrededor del popular refresco de cola abundan por centenares en todos los lugares, desde personas que afirman haber encontrado al interior de la botella cabello humano, ratas, gusanos, etc hasta historias que cuentan que personas con alguna enfermedad mortal cayeron en el recipiente donde se almacena el refresco y que ese mismo producto fue distribuido de forma normal.

Leche caducada: La leche en cartón que no se vende dentro de un plazo de caducidad regresa a la fábrica para ser repasteurizada y vuelve al mercado comercial nuevamente. La Ley permite a las lecheras repetir este ciclo hasta 5 veces, lo que termina dejando la leche casi sin sabor y con una significativa reducción de su calidad y valor nutricional.

Sandwich de pus: Esta leyenda circula desde hace aproximadamente 5 años y hace referencia, una vez más, a Mcdonald’s, la famosa cadena de restaurantes de comida rápida. Como suele ser habitual en las leyendas relacionadas con los alimentos es desagradable y revuelve nuestros estómagos, pero ahí reside precisamente su efecto.

Fuente: Jan Harold Brunvand, Too Good To Be True: The Colosal Book of Urban Legends, 1999.

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