La Tierra registró el día más corto de la historia

Para la mayoría pasó completamente desapercibido, pero la Tierra registró el día más corto desde que existen registros. El pasado 29 de junio, el habitual movimiento de rotación de nuestro planeta se redujo 1.59 milisegundos. No parece mucho, pero algo tan insignificante hace necesaria una segunda corrección negativa. Solo así mantendremos los relojes en sintonía con el cielo.

La Tierra registró el día más corto de la historia(1)

El día más corto de la historia.

El histórico acontecimiento puede estar relacionado con el bamboleo de Chandler. Un fenómeno que impacta en la velocidad de rotación del planeta. Naturalmente, la rotación terrestre disminuye su velocidad promedio a lo largo del tiempo. Por eso, en las últimas cinco décadas los guardianes del tiempo se vieron obligados a agregar 27 segundos al tiempo universal coordinado.

Sin embargo, a partir del 2020 el fenómeno se invirtió. En los últimos dos años se observó que estos récords caían con inusual frecuencia. Anteriormente, el 19 de julio de 2020, se registró el día más corto con -1.47 milisegundos. Y para el 26 de julio esa marca se vino abajo cuando el día duró -1.50 milisegundos.

Aunque el fenómeno genere variaciones de milisegundos, imperceptibles para los humanos, esto se acumula a través de los años. Los efectos de esa acumulación tienen mucha relevancia para los sistemas de comunicación y navegación por satélite que empleamos en nuestros días. Pues estos dispositivos dependen directamente del tiempo para que sus posiciones sean consistentes con el Sol, la Luna y las estrellas.

Entonces, dentro de poco es posible que tengamos que revertir el tiempo: agregar un segundo salto negativo y acelerar los relojes globales por primera vez en la historia. Los expertos están intrigados por la causa de estas variaciones, aunque la mayoría sospecha que el bamboleo de Chandler es el responsable.

El bamboleo de Chandler.

En el núcleo fundido de nuestro planeta se produce un movimiento bastante complejo. Esto impulsa una variación constante en la velocidad de rotación de la Tierra. Sin embargo, también influyen los océanos, la atmósfera y otros cuerpos astronómicos como la Luna. La fricción de los mares y la variación de la distancia entre la Luna y la Tierra provocan variaciones diarias en la velocidad a la que la Tierra gira sobre su propio eje.

El bamboleo de Chandler define un cambio en el movimiento de la Tierra sobre su propio eje. Generalmente, se asocia con un aumento en la rotación terrestre, lo que significa que tarda más tiempo en dar la vuelta. Pero, en los últimos dos años la rotación presentó fluctuación negativa.

Leonid Zotov, doctor en ciencias por la Universidad Estatal de Moscú, considera que esa falta de oscilación es la responsable de que los días sean más cortos. De hecho, en breve presentará su teoría ante la Asia Oceania Geosciences Society (AOGS). “Normalmente, la amplitud promedio que registra el bamboleo de Chandler es de entre tres y cuatro metros en la superficie terrestre. Aunque de 2017 a 2020 se desvaneció”, señaló Zotov.

Oscilación en la rotación terrestres.

Esta reducción en el bamboleo de Chandler empezó a principios de la década del 2000, alcanzando mínimos históricos entre 2017 y 2020. Época a partir de la cual la duración del día empezó a acortarse. Hasta donde se sabe, el calentamiento global es un factor que influye muy poco en el bamboleo de Chandler.

Otros factores que pueden influir en la variación anual incluyen la acumulación de nieve en las montañas del hemisferio norte en invierno y su posterior derretimiento en verano. Algunos sospechan que el calentamiento global tendría cierto efecto al derretir hielo y nieve a elevaciones mayores. Esto provocaría que la Tierra gire más rápidamente, pero incluso así hablamos de un factor relativamente minúsculo.

tierra vista desde el espacio(1)

Transición al tiempo atómico.

Las alteraciones en la duración del día estándar solo se conocieron al surgir los relojes atómicos de alta precisión en la década de 1960. El último salto se produjo en la transición del 2015 al 2016. Fecha en que los relojes del mundo entero se detuvieron por un segundo para permitir que la rotación de la Tierra se recuperara.

El Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia, con sede en la capital francesa, se encarga de vigilar la rotación terrestre y notificar a las naciones cuando se deben agregar o retirar segundos intercalares. El reporte se presenta hasta con seis meses de antelación, aunque el salto de segundo podría anularse el próximo año. Y es que la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones determinará si depositan toda su confianza en el tiempo atómico.

Los británicos rechazan esta medida, argumentando que se rompería el vínculo con el tiempo solar. Mientras tanto, algunos expertos consideran que implementar un segundo salto negativo aumentaría la presión para migrar de lleno al tiempo atómico.

Quizá te interesa:

Deja un comentario