Cuando la mafia intentó cancelar la película El padrino

Sin lugar a dudas, El padrino es uno de los grandes clásicos en la historia del cine. Pero, la obra maestra de Coppola estuvo a nada de cancelarse por órdenes de la mafia. ¿El motivo? Joseph Anthony “Joe” Colombo, jefe de una de las Cinco Familias que controlaban el escenario criminal en la ciudad de Nueva York. Temiendo que la película pusiera en el centro de atención sus actividades criminales, el mafioso realmente se esforzó por cancelar la película.

Eventualmente, los productores llegaron a un acuerdo con este personaje y la producción continuó con el rodaje. De hecho, Joseph quedó tan fascinado con la producción del largometraje que sus propios socios decidieron enviarlo con San Pedro.

El padrino y la imagen de la mafia en la cultura popular.

Si no has visto El padrino, debe ser porque odias el cine. Esta obra maestra cinematográfica, una de las mejores películas de la historia, introdujo a la cultura popular la imagen de la mafia. Resultó tan relevante que incluso influyó sobre la forma en que la mafia se percibía a sí misma. El FBI cuenta con grabaciones auténticas de mafiosos que citan frases contenidas en la película.

Cierta ocasión, un Don solicitó que sonara la banda sonora de la película en la boda de su hija. También se supo que Salvatore Gravano, mano derecha de la Familia Gambino, alguna vez dijo: “siempre decía a las personas, como en El padrino, ‘si tienes un enemigo, ese enemigo se convierte en mi enemigo’“. Aunque la frase correcta es “cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a eso le temen”.

Hoy, la película es muy apreciada en el mundo de la mafia. Pero, en determinado momento estas mismas personas buscaban cancelar la histórica producción de Francis Ford Coppola.

Joe Colombo intenta cancelar la filmación de El padrino.

En los albores de la década de 1970, la Italian-American Civil Rights League (IACRL) contactó a Paramount Pictures para exigir que se cancelara el rodaje de El padrino. Su molestia era “auténtica”, pues hasta entonces las películas retrataban a los italianos como sicarios sin alma. La IACRL organizó múltiples mítines en la Ciudad de Nueva York llegando a recaudar casi medio millón de dólares en la campaña para la cancelación del largometraje.

Sin embargo, los hilos de esta organización los movía la Familia Colombo. El propio Joseph Colombo fundó la IACRL en respuesta al constante asedio de los federales, algo que el mafioso consideraba acoso racial. Cuando se enteró que Paramount financiaba una historia sobre gánsteres, el Don concluyó que la película no debía ver la luz. Más allá de la preocupación por los estereotipos, temía que llamara demasiado la atención sobre sus actividades.

Desafortunadamente para Colombo, toda la cobertura mediática y las protestas no surtieron efecto. Es entonces que el mafioso recurre a métodos de coacción menos civilizados. Tampoco es que los productores terminaran en la cajuela de un Cadillac Fleetwood Serie 60. O despertaran con una cabeza de caballo en la cama. Pero la situación se puso intensa.

Las amenazas.

Los matones de la Familia Colombo empezaron a vigilar a Al Ruddy, productor de la película. Después le hicieron una sutil advertencia reventando todas las ventanas de su deportivo. En esa ocasión le dejaron una nota amenazándolo, que si no cancelaba El padrino sufriría las consecuencias. Robert Evans, un ejecutivo de Paramount Pictures, recibió una llamada telefónica donde le decían que debía largarse de la ciudad o alguien le partiría la cara y lastimaría a su hijo.

Todos aquellos sindicatos que recibían dádivas de la mafia impidieron que Coppola filmara en sus vecindarios. De hecho, cierta vez hurtaron equipo de filmación en las narices del director. En dos ocasiones, evacuaron las oficinas de Paramount en Nueva York tras recibir una llamada telefónica con amenaza de bomba.

El arreglo entre Paramount y la Familia Colombo.

La casa productora se hartó de la situación y decidió reunirse con los mafiosos. Al Ruddy y Joe Colombo acordaron un encuentro en el Park Sheraton Hotel, donde se discutió lo que sucedería con El padrino. Por increíble que parezca, Colombo solo exigía una cosa: que eliminaran la palabra “mafia” de todo el guion. Aparentemente, el Don obtuvo información errónea sobre la película, pues la palabra “mafia” aparecía una sola ocasión en el guion original. Al Ruddy lo sabía y aceptó inmediatamente las condiciones de Colombo.

Tras aquella reunión, en Joseph Anthony Colombo surgió un repentino entusiasmo por la película de mafiosos. En diversas ocasiones los sets de filmación recibieron la visita de los gánsteres, que aprovechaban la ocasión para conversar con Marlon Brando y el resto del elenco. De hecho, con sus influencias Colombo se las arregló para elegir a uno de los personajes principales.

La mafia se incomoda por El padrino.

Resulta que Gianni Russo trabajó en su juventud para el mafioso Frank Costello. Además, el mismo Russo sirvió de mediador entre la disputa que tenía Paramount con la mafia. En compensación por su trabajo, Colombo se aseguró de que le dieran el papel de Carlo Rizzi, yerno de Don Corleone.

Y todo este enredo terminó con un disparo. El 28 de junio de 1971, mientras Coppola filmaba a Michael Corleone aniquilando a sus enemigos, un asesino a sueldo le metía una bala en la cabeza a Joseph Colombo. El atentado sucedió a unos cuantos kilómetros del set de filmación de El padrino.

El Don que buscó eliminar a la mafia de la película casi termina muerto por llamar demasiado la atención sobre las Cinco Familias. Las protestas, entrevistas y exposición mediática le jugaron en contra. El jefe de la familia Colombo quedó paralitico a causa del atentado, hasta que finalmente murió siete años después. En 1973, la película con la que tanto luchó al principio terminó ganando un Premio Óscar a Mejor Película alcanzando la inmortalidad cinematográfica.