Joven asesinada por amigos que conoció en Facebook

El asesinato de Ana María Chávez Niño, una joven estudiante de la Universidad Javeriana, cuyo cadáver apareció el pasado 17 de septiembre dentro de un apartamento del barrio Quinta Paredes en Colombia,  fue esclarecido este viernes por unidades de la Sijín. Como presuntos responsables fueron capturados dos sujetos: John Sierra Molina y Juan Sebastián Obando, ambos de 19 años, quienes se habían ganado la confianza de su víctima a través del Facebook.

El homicidio de la universitaria ocurrió a las 4:00 p.m., media hora después de que los criminales ingresaran al apartamento 103 del edificio El Retiro. Ana María sufrió una asfixia mecánica provocada con una almohada, dijo el fiscal del caso en la audiencia pública que se cumplió este jueves en el Complejo Judicial de Paloquemao. “Verificando los videos del conjunto residencial, en donde ocurrieron los hechos y luego de un seguimiento a las redes sociales de Internet, se estableció que éstos conquistaron con engaños la amistad de Ana María, hasta lograr entrar a su apartamento”, explicó el coronel Eduardo Cárdenas Vélez, comandante de la Sijín.

De acuerdo a los informes judiciales, John Sierra se hacía llamar en la red como ‘Chiqui locomotion’, así mismo, el segundo implicado, Juan Sebastián, se mostraba como ‘Sebitas’.

Los detenidos aceptaron ante el Juez 21 penal municipal su participación en el infame crimen. “Sierra y Obando eran unos músicos y organizadores de rumbas en diferentes ciudades del país. Esto sirvió como pista para hacerles el seguimiento y dar con su paradero”, señaló el fiscal delegado del caso. ‘Chiqui locomotion’ fue capturado por la Policía en el terminal de transporte. “Este hombre vino a Bogotá con la intención de tramitar la visa a España, a donde pretendía escapar”, añadió Cárdenas. Se supo, además, que su cómplice fue agarrado en una sala de Internet del sector de El Poblado, de Medellín

¿Por qué la mataron?

Según el coronel Eduardo Cárdenas, el móvil del asesinato fue el hurto. “En el vídeo se observa cuando los dos sujetos sacaban dos maletas y un estuche de guitarra. Se les hizo el seguimiento y descubrimos que varios de estos elementos habían sido vendidos en el mercado negro de Medellín. Uno de ellos apareció después con una chaqueta de la víctima y nos permitió relacionarlo con el hecho criminal”, reveló el comandante de la Sijín. Recomendaciones El padre de Ana María Chávez y las autoridades alertaron a los jóvenes para que no sigan siendo víctimas de delincuentes que se aprovechan de las redes sociales. “Desconocidos que se inventan cualquier cosa para convertirse en sus amigos virtuales.

Hay que tener cuidado”, recomendó Marcelino Chávez. Por su parte, el coronel Cárdenas dijo: “hay que desconfiar y no dejar que penetren en su intimidad”, indicó el oficial.

Cortesía de “Atrapados en la red” a un video reportaje con detalles revelados sobre esta trágica y lamentable situación.

Conmovedor relato de Juan Camilo Chávez, hermano de Ana María, la estudiante de la Javeriana asesinada el año pasado por dos hombres que la contactaron por Facebook.

“Mi nombre es Juan Camilo Chávez y tengo 23 años. La pesadilla mía y de mi familia empezó el …pasado 17 de septiembre, cuando fue encontrado el cadáver de mi hermana menor, Ana María, en el apartamento en el que ella residía en Bogotá. Yo vivía con ella, pero viajé un semestre a estudiar inglés en Estados Unidos. Allá me encontraba el día de los hechos. Estaba con unas compañeras viendo una película, eran como las 10:30 p.m. Otra compañera, rusa, me llamó a decirme que había visto un mensaje en mi perfil de Facebook en el que me pedían que me comunicara urgentemente con Colombia. Inmediatamente llamé a mi casa por Skype. Me dijeron simplemente que me devolviera en seguida. Intranquilo, entré a Facebook y me encontré con una amiga a quien le pedí que llamara a mi mamá y le preguntara qué estaba sucediendo. Al rato, mi amiga me dio la noticia: “Véngase, que a su hermana la asesinaron”.

Lo primero que se me vino a la cabeza fue que se trataba de un accidente de carro. Mi familia no me quería contar la verdad y sólo fue hasta mi llegada a Villavicencio, ciudad en la que vivimos, que mi hermano mayor, Fabián, –éramos tres— me lo dijo: “Nos la mataron, nos la mataron”. En el velorio me enteré también de que los asesinos se habían metido al apartamento para robarla. Unos apartamenteros, pensé.

Mis pesquisas para descubrir a los delincuentes comenzaron cuando me di cuenta de que el investigador de la Sijín —policía judicial— que había sido asignado al caso el día del levantamiento del cuerpo, no había hecho nada. ¡Casi una semana después del asesinato de mi hermana! Horas más tarde, mi padre envió una carta a la cúpula de la Policía pidiendo celeridad, lo que generó que nos concedieran un equipo especializado muy eficiente.

Antes de eso, yo había hablado con los administradores del edificio pidiéndoles que nos salvaran las grabaciones de las cámaras de seguridad, pues éstas se borran automáticamente del computador cada dos semanas. Mirándolas pude observar que no se trataba de apartamenteros, sino de dos hombres que conocían a mi hermana, quien estudiaba arquitectura en la Javeriana, pues ella los saludó de beso el día que la mataron.

Un día reuní a todas las amigas de Ana María, de Bogotá y Villavicencio, en el apartamento, casi todas contaban con un portátil. La idea era que entre todos tratáramos de encontrar a los asesinos entre los amigos que ella tenía en Facebook. Desde ese arranque de la investigación y durante todo el proceso contamos con los investigadores, a quienes debíamos entregar cada prueba encontrada, pues sólo en manos de ellos sería considerada válida.

Una amiga me llamó a contarme que había visto dos comentarios en el perfil de mi hermana de un tal “Chiqui”, que luego fueron borrados. Así que les dije a todas las niñas que me estaban ayudando que buscaran entre los amigos de Ana a ese “Chiqui”.

El tipo tenía todas las características físicas del hombre que se ve en las cámaras de seguridad entrando a mi apartamento. Las autoridades, sin embargo, nos dijeron que no pensáramos que ya lo teníamos, pues este tipo de procesos suele tardarse años. Uno de los investigadores nos advirtió que para judicializarlo necesitaríamos el número de la cédula. La pregunta entonces era ¿cómo carajos conseguirlo?

Todas las noches me metía en el perfil del asesino para tratar de descubrir pistas. Lo bueno era que el tipo publicaba absolutamente todo lo que hacía. El día después del homicidio escribió: “Con celular nuevo, pero con el mismo número” y “¿Quién pone la casa que yo pongo el chorro?”. Se refería a dos cosas que le robó a mi hermana: Un celular y unas botellas de whisky.

Por esas cosas de la vida, sucedió un milagro. La novia de mi hermano, quien no estaba familiarizada con esas pesquisas por la red, escribió en el buscador google el nombre con el que se identifica en Facebook el asesino: “Chiqui Locomotion”, y la primera página que le salió era la de una comunidad de música en la que se encontraba el nombre completo de esta persona —John Anderson Sierra Molina— y su número de cédula.

Con el dato, llamé a los investigadores y al día siguiente ya había orden de captura contra ese señor. Lo capturaron en la Terminal de Transporte de Bogotá. Cuando le preguntaron por mi hermana, el descarado respondió: “Pensé que nunca me iban a encontrar”.

El siguiente reto era Sebastián Obando, el otro asesino y de quien no teníamos pistas en absoluto. Bueno, eso hasta que Sergio, hermano de “Chiqui” y quien los estuvo esperando el día de los hechos en las afueras de mi edificio, lo delató creyendo que así salvaba al hermano.

La Policía lo capturó en un café Internet en el barrio El Pedregal, de Medellín. Tenía puesta una chaqueta blanca de mi hermana. ¡Asesino!

Poco tiempo después me mandaron una amenaza a mi Facebook. Siento que mi vida y la de mi familia podría peligrar, pues aún se encuentra libre Sergio, el hermano de “Chiqui” y a quien las autoridades no han querido vincular al caso. De todas formas, creo que ha valido la pena esta investigación, para no dejar impune el asesinato de Ana María, una estrella que apenas empezaba a brillar”.

Piden condena de 60 años para homicidas

Después de más de cinco meses de angustia, Juan Camilo Chávez y su familia escucharon esta semana, por fin, la condena contra los asesinos de Ana María: 25 años de cárcel para cada uno. Sin embargo, no era el fallo que estaban esperando. Lo mínimo que pueden pagar en prisión los dos jóvenes, según ellos, es la máxima pena de 60 años. Por eso, van a apelar la decisión de la justicia y a pedir que se le abra un proceso a Sergio Sierra, hermano de uno de los homicidas, quien los acompañó el día de los hechos, aunque no entró al apartamento. “Es absurdo que la justicia les dé tantos beneficios a los delincuentes. Necesitamos hacer una reforma a esta justicia penal. Espero que la apelación prospere y podamos estar tranquilos”, dice Juan Camilo.

Lo mismo esperan miles de amigos de Ana María, quienes han creado varios grupos en Facebook pidiendo la pena máxima para los asesinos de la joven estudiante, quien era amante del canto.

Fuente.

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15 comentarios en «Joven asesinada por amigos que conoció en Facebook»

  1. bueno las mujeres son el animal mas estupido que pario la humanidad cuando les endulzan el oido no sera la primera ni sera la ultima son preza fasil para esta clase sicopata lo unico que le recomiendo al bobo de el hermano contratar un sicario y acabar con el hermano y vera que por aji le comenzara a doler a ese mal parido sino darle cajeta ala hermana tambien asi que no sea debil por que esos no entran al cielo

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    • cuales amigos? si las chicas de ahora ven un tio con carita y buenos musculos y ahi los añaden, o nomas por que tiene carita, piensan que entre mas contactos tengas en facebook mas cool o mas aceptable en la sociedad, mas popular o mas wherever…. Por eso terminan como terminan, gente que se va con extraños o les habre las puertas de su caza se convierten en victimas de estos malechores asesinos que valgame el perdon de todos pero esto es como seleccion natural nos mas tontos caen primero…. y ella… fue primero, lo se yo no naci sabiendo que el fuego o la electricidad matan y te hacen daño, y algunos lo descubren y pagan las consecuencias… pero vamos ya era grande y es de sentido comun…. lo que alguien tan ingenuo cree hoy en dia…. DEP… carcel de por vida a esos gusanos y dios quiera algun dia dejemos de ser tan tontos, creidos, superficiales, malcriados, asesinos, asquerosos, pervertidos e ignorantes….

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  2. perfectamente de acuerdo con todos compañeros marcianos; si van a tener algun perfil de red social lo mas estupido que pueden hacer es como esos chavitos fresas y lucidos sin vida que andan publicando hasta que cosa desayunan y con que jabon se bañan. TENGAN CUIDADO y sean responsables!!

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  3. asi es tomasturbado, es mejor tener cuidado con esas páginas

    pero hay gente que ignora el peligro y sube fotos familiares, hasta del perro, publica donde se fuen, con quien, que hicieron, que celular se compraro, a qué conciertos van, con quien salieron, etc etcbueno, carajos, hasta la hora en que se fueron al baño

    todo esos son elementos para que algún enfermo de los que abundan en la red, pueda hacer mal uso de ellos
    si quieren tener un facebook, por lo menos restringir el acceso a cualquier desconocido sería lo ideal

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