Antes de la pandemia, la soledad en Japón ya era un problema de salud pública alarmante, agudo y peligroso. Sin embargo, las medidas que tomó el gobierno para frenar la propagación de la enfermedad han impactado seriamente la vida social y económica de los nipones. El efecto más serio es un incremento generalizado en el índice de suicidios.
Por eso, no es de extrañar que el primer ministro Yoshihide Suga haya designado, desde el pasado 21 de febrero, a un ministro de la Soledad para combatir el problema desde el gobierno. Las consecuencias de la pandemia sobre la salud mental de las personas se han mostrado severas en todo el mundo, y Japón está entre los más afectados.
Aumento de suicidios en Japón.
En octubre de 2020, Japón registró una cifra alarmante de 880 suicidios femeninos. Las cifras de ese mes comparadas con las del año pasado (antes de la pandemia), representaban un incremento del 70%. Los expertos creen que la desigualdad de género tiene mucho que ver con que los problemas de salud mental hayan impactado más a la población femenina.
Michiko Ueda, un japones experto en el tema del suicidio expone algunos puntos que llevan a las mujeres a terminar con su vida. “Muchas no están casadas, tampoco tienen empleos fijos ni medios para sustentarse. Cuando algo sucede con estas mujeres, se produce un impacto más fuerte”. Y el problema es aún peor cuando se delimita a la población femenina de la tercera edad.
De hecho, antes de la pandemia se supo de ancianas japonesas que perpetraban pequeños crímenes para ir a prisión y tener una forma de socializar.
El cargo de ministro de la Soledad es de Tetsushi Sakamoto, un personaje político que anteriormente desempeñó cargos en misiones especiales, como la promoción de natalidad en regiones del país donde nacían pocos niños. Ahora, deberá coordinarse con otras agencias gubernamentales para desarrollar actividades que prevengan la soledad endémica y el aislamiento social agravado por la pandemia.
Todo esto para reforzar las relaciones sociales, pero siempre con los protocolos de seguridad. Es un duro revés para los nipones, que desde hace una década venían registrando un descenso continuo en el índice nacional de suicidios.
Que triste, con esto de covid me he buscado otro trabajo, aparte me salí de la casa de mis padres y tengo que pagar todo (si ya sé que no me preguntaron) total que encontré trabajo como capacitador del INE y hace una semana me tocó visitar una mujer que una semana antes me había dicho que ya no vivía ahí (ella misma) así que como había una puerta a un costado de esa cochera, supuse que podría estar en esa otra casa a quien estaba buscando, pero cuando llegué vi a una mujer joven a la cual le pregunté si conocía a la señora que tenía que notificar y me dijo que era su madre y que vivía en esa cochera… le explique para que iba y me dijo que estaba mal y no iba a poder participar, le dije que ocupaba firmarme la hoja y me dijo «pues esta ahí pero no escuchas que esta hablando sola? hace 15 días mi hermano se suicido colgándose de una viga del techo y mi mamá fue quien lo encontró y desde entonces se quedó así, ya no sabe quien es ya no sabe que hace, es como un fantasma y se la pasa hablando cosas que vivió en el pasado y platica con sus amigos de cuando era niña» y yo me quedé bien sacado de onda también, solo le pedí que me pusiera eso en la notificación y le desee una pronta recuperación y fuerza para poder llevar esa situación. El suicidio es algo feo, también de joven estaba en 3ro de secundaria y cuando iba a terminar el ciclo escolar una señora fue a la escuela, su hijo se había quitado la vida, estaba en 1ro y era un niño gordito, todos le decían de cosas por eso, total que se suicidó tomando medicinas controladas de un familiar suyo, fue sobredosis, pero la señora encontró una carta de despedida y pidió permiso para leérnosla en los honores, fue hace años pero recuerdo que la señora comenzó pidiendo que la entendieran que esto lo hacia para que quienes disfrutaran de hacer bulliyng lo dejaran de hacer porque el daño que hacen las palabras duele igual que los golpes, en la carta recuerdo que comenzaba pidiéndole perdón a su madre, le decía que era la mejor mama del mundo y la quería mucho, que ella no tenia la culpa de nada peor a no soportaba eso, en la carta hablaba de como era su día a día y lo mucho que batallaba con los apodos que le decían, recuerdo que de su salón comenzaron a llorar los más llevados, incluso las niñas que le decían feo y gordo, habló de la vez en una tardeada que invitó a una niña a salir y esta le dijo que no, que se muriera, que ni loca iba a salir con él, total que se hizo la lloradera en el evento, la mamá pidió disculpas y dijo que perdonaba a todos pero que ya no siguieran haciendo daño a nadie más, que pensaran lo que iban a decir y que no fueran hirientes, total que si hubo un cambio y por un tiempo dejaron de escucharse apodos en la escuela, total que la verdad que fue triste también y ya por ultimo en un equipo de futbol que jugué hace años, en mi trabajo, llegó un portero nuevo, de esos compas que cotorreaba machin que siempre quería seguirle, «cooperense para unos botes o vamos a comprar carnita», siempre, jugábamos y si ganábamos era para festejar, si perdíamos nos motivaba, ya tenia 1 hija y estaba separado, su hija era su adoración, a veces la llevaba y como en el equipo había de todo pues el habiente era familiar, pero un día dejó de ir, ya no podía podía mucho pretexto, que el trabajo, la niña y hasta se salió del grupo, cuando pasó tiempo salió en las noticias que se había quitado la vida, era policía y con su arma de cargo se dio un tiro, metió su pistola en la boca y se voló la cabeza, la verdad se me hizo hasta sospechoso porque se veía que amaba la vida y dejó a su hija sola a muy temprana edad, pero sabe, también dicen que la gente suicida es así y cuando menos lo piensan les da por quitarse la vida.