La ilusión óptica de Jesús

Sin duda alguna se trata de una de las ilusiones ópticas más famosas de la historia, en ella el observador es invitado a ascender hacia los planos etéreos para conocer al hijo del creador. Conocí está ilusión cuando aún era muy pequeño, probablemente tendría 7 años o menos, fue a través de una campaña religiosa que hacía el personal de una capilla católica vecina, y para ser sincero, desde que tuve aquella hoja copia con instrucciones en mis manos, sentí que había sido bendecido con un poder superior. Los años pasaron y la mentalidad también, y como fan de las ilusiones ópticas, no podía dejar pasar la oportunidad de explicar lo que hay detrás de este popular mindfuck religioso.

ilusión óptica de Jesús

Para el observador atento, presumo que es fácil de inferir que lo que se ve en la pared en realidad es un negativo de la imagen que se había fijado segundos antes. Y es así que ¡BOOM NENA! Aparece la magia.

jesus invertido

Pues bien, dicho esto, no queda más que explicar el fenómeno desde la parte anatómica del ser humano. La sensación cromática es esencialmente aprendida por un tipo de célula de la retina, los conos, que son nada más que células fotorreceptoras  sensibles a diferentes longitudes de onda. Hay tres tipos, los conos L (long wavelegth), M (médium wavelegth) y S (short waveleghth). Conceptos básicos de física permiten de una forma mucho más simple comprender que, dentro del espectro visible, un color de matiz rojo, dada su larga longitud de onda, estimulará esencialmente un cono L, en detrimentos de los S (y de los M también). El color blanco corresponde a la estimulación máxima de los tres receptores, y el color negro a la estimulación mínima. Un razonamiento similar se aplica a los colores restantes.

conos

Así, cada color produce una activación diferencial de los conos S,M y L; la sensibilidad de los conos a las diferentes longitudes de ondas está representada en la gráfica superior. Y con base en el input sensorial que cada cono da, es que el cerebro discierne, dentro de los límites de la visión humana, un color de otro. Y, de la misma manera que en muchos otros procesos perceptivos, opera por contraste (teoría Opponent process), es decir, la señal de los conos es sustraída entre sí con el fin de cruzar la información que proviene de ellos.

componentes

Por tanto, hay tres ejes perceptivos fundamentales. . (A) El eje acromático o de blanco-negro (brillo) – no es una información cromática, es decir, no informa el color del objeto, siendo este un mecanismo que opera mediante adición y no por contraste (para el que el cono S tiene una contribución insignificante). (B) El eje rojo-verde – cuyo contraste se obtiene por la diferencia de L-M. (C) El eje amarillo-azul – obtenido por la combinación de la activación de los conos L y M, el cual se resta de la señal de los conos S.

Las deficiencias en los conos son también la base del daltonismo, cuyos enfermos presentan diferentes anomalías de sensibilidad cromática conforme los conos faltan o fallan.

Volviendo a la ilusión que sirvió como tema de este post, ahora tenemos toda la información necesaria para entender.

  1. Al fijar la imagen durante un período de tiempo determinado, estamos saturando nuestros receptores visuales para las longitudes de onda del estímulo.
  2. Las zonas negras de la imagen sobrecargan los receptores asignados al negro. Mientras que las áreas blancas sobresaturan los receptores asignados a blanco.
  3. Estas células pierden la sensibilidad a los estímulos posteriores.
  4. Al cambiar rápidamente el enfoque visual a una pared blanca, los receptores antes mencionados responden de forma muy pobre (aún están insensibles).
  5. Los receptores para el blanco en la zona de estimulación negra y los receptores  negros en la zona de estimulación blanca, están “frescos” y, por la desensibilización del receptor del punto anterior, responden fuertemente sin oposición.
  6. Por lo tanto el color (cromático) y el brillo (acromático) de la imagen se invierten, dando lugar a la visión de nuestro Señor Jesucristo.
  7. Amen.

Este fenómeno es conocido generalmente como imagen residual negativa (negative afterimage), y es un fenómeno que se produce en la retina (en el ojo). También hay una imagen residual positiva (positive afterimage), que es un fenómeno cerebral que es importante para la percepción del movimiento como un todo (por ejemplo, para unir consistentemente los fotogramas de una película).

8 comentarios en «La ilusión óptica de Jesús»

  1. Buena explicación, pero el verdadero reto es explicar como siguen circulando estas cosas en 2013 y como todavía alguien que no sea un niño cae en ellas.

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