¿La carne la prefieres término crudo, tres cuartos, medio o bien cocida? En Estados Unidos, un polémico personaje siempre opta por la primera opción. Se conoce muy poco sobre su identidad o lugar de residencia, pero el estadounidense pasó 166 días publicando fotos de su dieta en Instagram. Con el único propósito de averiguar si podía sobrevivir comiendo alimentos crudos.
En esencia, el hombre seguía una estricta “dieta paleolítica”, aunque no existe evidencia concluyente de que los hombres de las cavernas se alimentaran exclusivamente de carne cruda. De hecho, se cree que los humanos ya cocinaban alimentos hace 780 mil años. Pero, este sujeto incluyó en su dieta leche (de cualquier animal), huevos y otros alimentos sin cocinar para tener cierto balance. En una ocasión, consumió pescado, evidentemente crudo.
El hombre proporción una breve explicación de su método de alimentación en los videos y fotos que publicó. Tratándose de la carne de res, en el día 33 mencionó que simplemente la “tragaba”, evitando masticarla en la medida de lo posible. Esto le facilitaba un poco el proceso de ingerir carne cruda, o al menos la hacía menos dura.
La dieta de la carne cruda.
También aseguraba que se sintió muy bien durante los días que llevó la dieta de carne cruda y no veía la necesidad de abandonar su emprendimiento. Su comida favorita siempre fue la carne molida, posiblemente porque resulta más fácil de comer que la carne cruda cortada en trozos. Sin embargo, admite que la carne asada o cocida tiene un sabor ligeramente superior.
En una publicación destacada de su Instagram, el sujeto reveló lo que lo motivó a elegir esta dieta tan extrema. Asegura que comer principalmente vegetales durante la mayor parte de su vida ha afectado negativamente su salud. Por lo tanto, comer carne cruda sería una forma de “sanarse”, si eso tiene algún sentido.
Además de comer arroz y papas regularmente, el hombre también admitió que ocasionalmente consume carne asada, aunque cree que cada vez necesita menos de ella. Las infecciones bacterianas son el mayor y más evidente riesgo de adoptar este estilo de alimentación. De hecho, este es uno de los principales motivos por los que cocinamos la carne antes de comerla.