Gertrude Baniszewski

Nacida el 19 de septiembre de 1929, también conocida por su nombre de soltera como Gertrude Nadine van Fossan, fue la tercera de seis hermanos. Cinco años después de la muerte de su padre, abandonó los estudios y contrajo matrimonio a los dieciséis años con John Baniszewski, con quien tendría cuatro hijos. En un segundo matrimonio tuvo dos hijos más y en un tercero un último hijo, en esta ocasión, el marido la abandonó, lo que fue un verdadero alivio para la mujer, ya que frecuentemente era víctima de agresiones físicas.

Gertrude Baniszewski

La consideraban una mujer muy hermosa, dueña de una belleza que más tarde fue consumida por la pobreza y por las preocupaciones de la maternidad, no tuvo más tiempo ni para cuidarse ni para arreglarse. A los 37 años se encontraba con sus hijos en una casa muy sencilla en Indianápolis, Indiana, Estados Unidos, donde vivía al día, el poco dinero que ganaba para mantener la casa venía de su trabajo como lavandera. La casa era frecuentemente visitada por otros niños, amigos y amigas de sus siete hijos, entre ellos se encontraban Sylvia Marie Likens de 16 años y Jenny Faye Likens de 15, quienes fueron invitadas a pasar la noche en el lugar. Lester y Betty Likens, los padres de las niñas, eran artistas circenses. Cuando Lester fue a buscar a las niñas al día siguiente, le comentó a Gertrude que necesitaba de alguien que cuidara a sus dos hijas mientras él viajaba por el país trabajando en el circo, Sylvia y Jenny eran amigas de las hijas de Gertrude, frecuentaban la misma escuela y la misma iglesia, en aquella época de mediados de los 60 no había mucha gente dispuesta a cuidar niñas, y por un pago de 20 dólares por semana, Gertrude aceptó la propuesta, después de todo, era un dinero extra que ganaría.

Gertrude Baniszewski casa

Todo sucedía dentro de la normalidad del día a día, hasta que Lester, por problemas financieros en el circo, comenzó a atrasar los pagos de Gertrude, situación que dio inicio al castigo de las niñas. Cada semana que el pago se atrasaba, Gertrude obligaba a las adolescentes a arrodillarse y apoyarse sobre una silla de la cocina donde las azotaba con un cinturón, siempre gritando que estaba cuidando de las niñas a cambio de nada. Pero lo que Gertrude hacía pasó del castigo al placer, le tomó gusto al dolor de Sylvia y Jenny, se estaba convirtiendo en una mujer sádica, disfrutaba al saber que las dos pequeñas sufrían un dolor causado por sus manos. Al mismo tiempo, sus hijos veían todo eso, y ella siempre les decía que de la misma forma ellos podrían ser castigados si cometían alguna infracción a las reglas de la casa.

Gertrude Baniszewski castigo hermanas

A medida que el tiempo pasaba y los pagos se atrasaban cada vez más, Gertrude castigaba con mucha mayor severidad a las pequeñas y especialmente a Sylvia, por quien sentía un odio especial, llegándola a encerrar en un sótano, sola, sin contacto con las otras personas que había en la casa. También incentivó a sus hijos para que le pegaran, la azotaran con el cinto y la quemaran con colillas de cigarro en más de cien lugares diferentes del cuerpo. La pequeña Sylvia solía quedarse toda la semana sin comer, Gertrude algunas veces la obligaba a comer sus propias heces bajo amenaza de muerte en caso de no hacerlo. Sylvia era atada por la cintura con los bazos pegados al cuerpo, y después los hijos de Gertrude la arrojaban de un lado a otro como si se tratara de un juego.

En cierta ocasión, al saber que Sylvia y Jenny propagaban rumores en la escuela de que las hijas de Gertrude eran prostitutas, le prohibió a Sylvia asistir a la escuela, la mujer reunió a todo sus hijos y amigos para que vieran como Jenny golpeaba a su propia hermana Sylvia mientras la llamaba prostituta, utilizándola más de una vez como ejemplo de castigo para los otros. En otro momento los hijos de Gertrude vieron cuando ella obligaba a Sylvia a meterse la boca de un bote de refresco en la vagina, hecho que sucedió en múltiples ocasiones. Esto provocó que Sylvia se orinara en la cama, lo que le trajo nuevos castigos, la niña se quedó más días sin comer, y Gertrude obligó a sus hijos a sostener a Sylvia mientras era marcada con la punta de un alfiler calentado en una vela, Gertrude escribió sobre el estómago de la niña: “Soy una prostituta y me siento orgullosa de serlo”, Sylvia pasó el resto del día sangrando, sintiendo mucho dolor, llorando, lo que hacía que Gertrude se sintiera aún más satisfecha con lo que hacía.

Gertrude Baniszewski mensaje estomago

Jenny, la hermana de Sylvia, llegó a enviar una carta a su hermana mayor, que vivía en otra ciudad, contándole todo lo que sucedía, pero la hermana creyó que no pasaban de puras mentiras para que los padres fueran a buscarlas. Mientras tanto, al darse cuenta que las heridas de Sylvia se estaban infectando y no cicatrizaban, y sintiendo que la niña ardía en fiebre, Gertrude decidió montar un plan para librarse de aquel crimen que pudiera acusarla. Forzó a Sylvia a escribir una carta a los padres diciendo que había huido y que no volvería jamás, así Gertrude pretendía abandonar a la niña en algún lugar solitario para que pereciera sin tener nadie a quien pedirle ayuda. Algunos especialistas afirman que Gertrude ya planeaba matar a aquella niña mientras escribía aquellas palabras en su piel.

Gertrude Baniszewski

El 24 de octubre de 1965, Sylvia Likens recibió un golpe en la cabeza, el objeto utilizado fue un palo de escoba, dos días después Gertrude decidió que la niña debía tomar un baño con agua hervida para limpiar sus pecados y notó que la niña había muerto. Jenny, en pánico, pidió a uno de los hijos de la asesina que llamara a la policía, y así se hizo, pero cuando llegó la policía Gertrude intentó despistarlos mostrándole la carta de Sylvia donde le decía a los padres que había huido de casa, desesperadamente Jenny les dijo a los policías que ella podía contarles todo lo que había sucedido en aquella casa. Gertrude, sus hijos e incluso otros niños de la vecindad que presenciaron aquellos actos terribles, fueron llevados por la policía.

Después de la autopsia se supo que Sylvia tenía diversas quemaduras, contusiones musculares e incontables lesiones físicas, cerca de la muerte, los labios de Sylvia estaban casi separados uno del otro. Su cavidad vaginal estaba inflamada, pero los exámenes probaron que seguía siendo virgen. La causa oficial de la muerte fue una hemorragia cerebral, además de las prolongadas lesiones en su piel y una severa desnutrición.

Sylvia Likens
Sylvia Likens

Gertrude fue condenada a cadena perpetua, intentó declararse esquizofrénica, pero las pruebas arrojaron que era una persona normal, los psicólogos creen que la maldad de Gertrude hacía Sylvia, en parte era provocada por envidia, envidia de su belleza, de su inocencia y de la alegría que sus ojos transmitían. Gertrude consiguió libertad condicional y salió de prisión el 4 de diciembre de 1985, pese a las protestas por su liberación. Cinco años después, el 16 de junio de 1990, Gertrude murió de cáncer de pulmón.

Quizá te interesa:

10 comentarios en «Gertrude Baniszewski»

  1. Los padres de las niñas también son culpables por no hacer el esfuerzo de estar más tiempo con sus hijas. El trabajo, las responsabilidades sociales o las carencias económicas no son disculpa para desentenderse de un hijo del que se es responsable por el simple hecho de haberlo engendrado. Si uno no cuida a sus propios hijos es estúpido pensar que el gobierno, la policía o un extraño los cuidara mejor. Aunque me consta que existen algunas honrosas excepciones. Pero es arriesgar demasiado. Es decir, si te importan tus hijos. Si no, que se ch…

    Responder
  2. Terrible historia, hay dos peliculas sobre la tortura y asesinato de esta chica Sylvia; An american crime y The Girl Next Door.
    Hay ya me dio cosa!!!

    Responder

Deja un comentario