El peligroso viaje del azúcar en nuestro organismo

El azúcar en un ingrediente traicionero capaz de provocarnos una duda cruel cuando nos encontramos con algo constituido con él: “Se ve tan delicioso… pero engorda. ¿Comer o no comer?”. Y es realmente difícil evitarlo, pues optas por una de esas comidas saludables el domingo, repites el lunes, el martes apenas y puedes pasarla y, para el miércoles, ya no quieres ni oír hablar del platillo. Pero con ese postre maravilloso que te comes un domingo, si tuvieras la oportunidad, lo comerías hasta el próximo fin de semana, todos los días. ¿Por qué nos sucede esto?

La verdad es que si se consume de forma descontrolada, el azúcar puede actuar como una verdadera droga en nuestro organismo. Esta sustancia es responsable por activar un neurotransmisor conocido como dopamina, el principal responsable por esa sensación de placer y satisfacción, y una serie de efectos que también se logran mediante actos placenteros como el sexo o la ingesta de chocolate. Y las drogas también activan la dopamina, aunque de una forma mucho más dramática.

Dado que el azúcar no es capaz de producir la misma cantidad de dopamina que algunos estupefacientes fuertes, no llega a causar dependencia, pero tiene un efecto único. Precisamente este efecto es el responsable de hacer que las personas simplemente no sientan nauseas de ingerir la misma receta dulce todos los días. Así, incluso a sabiendas de que lo mejor sería limitar los alimentos con esta sustancia, la tendencia es consumir más. ¿Pero, por qué el azúcar hace esto?

Qué es el azúcar.

En realidad, azúcar es un nombre genérico para referir a una clase de carbohidratos. Estos carbohidratos son la glucosa, fructosa y sacarosa, además de la lactosa, dextrosa y el almidón, que también son tipos de esta sustancia. Y estos elementos están presentes en las comidas y bebidas más comunes de nuestra dieta diaria.

Si lo consumes en casi todo lo que ingieres, imagina la “bomba” que es ese trozo de pastel irresistible. Incluso así, comer un dulce de vez en cuando no te va a causar grandes problemas, pero es importante que te cuides para que no pierdas el control. Por eso, el siguiente punto explica por qué es necesario que nos mantengamos atentos para no cometer exageraciones con la azúcar.

Paso a paso del azúcar en el organismo.

Cuando la sustancia entra en contacto con la boca, los receptores de dulce en nuestras lenguas se activan y envían una señal al tallo que después pasa a diversas áreas como la corteza cerebral. En este punto, la corteza activa el sistema de recompensa del cerebro a través de diversas reacciones químicas y eléctricas con el objetivo de indicar que debes, o no, hacer esto nuevamente. Y por supuesto que ya debes saber la respuesta de tu cerebro para estos casos particulares, ¿verdad?

En el estómago e intestino también contamos con receptores de azúcar que continúan enviando señales al cerebro que, además de indicarte cuando estás satisfecho, también ordena que el organismo produzca más insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre. De forma gradual, con dosis más grandes, la tolerancia del organismo al azúcar va aumentando y el nivel de satisfacción exige una mayor cantidad de la sustancia. Por eso las sobredosis diarias, aquellas contenidas en alimentos ricos en azúcar como helados, pasteles y golosinas, deben ser controladas.

Las explicaciones y todo el proceso del azúcar actuando en el cerebro están mucho más detalladas en el video a continuación, producido por el canal TED-Ed. Te recordamos que este video tiene subtítulos en español.