Cómo funciona el radar

Para saber y comprender cómo funcionan los detectores de radar, primeramente se debe saber puntualmente lo que se está divisando. La noción de calcular la velocidad de un vehículo por medio del radar es muy simple. Un radar móvil es sólo un transmisor y receptor de radio combinado en una unidad. Un transmisor de radio es un dispositivo que oscila una corriente eléctrica donde la tensión aumenta y disminuye a una frecuencia determinada. Esta electricidad genera energía electromagnética.

Radar

Cuando la corriente fluctúa, la energía se mueve a través del aire como una onda electromagnética. Un transmisor dispone de un amplificador que aumenta la intensidad de energía electromagnética y una antena que irradia en el aire.

Un receptor de radio es simplemente el inverso del transmisor: capta las ondas electromagnéticas a través de una antena y la convierte en corriente eléctrica. En esencia, la radio es sólo la transmisión de ondas electromagnéticas a través del espacio.

Utilizar ondas de radio para detectar y monitorizar varios objetos es la función esencial de un radar. La función más sencilla del dispositivo es informar la distancia a la que se sitúa determinado objeto. Para ello, emite una onda de radio concentrada y se mantiene alerta a cualquier eco. Si hay un objeto en la trayectoria de esa ola, reflejará una porción de la energía electromagnética y la hará rebotar hacia el dispositivo del radar. Las ondas de radio se desplazan por el aire a velocidad constante (la velocidad de la luz), así que el radar puede calcular la distancia del objeto basado en el tiempo que tarda la señal de radio para volver.

Este dispositivo también se puede utilizar para medir la velocidad de un objeto debido a un fenómeno llamado efecto Doppler. Como las ondas sonoras, las ondas de radio tienen una frecuencia determinada, que se corresponde con el número de oscilaciones por unidad de tiempo. Cuando un radar portátil y un objeto se detienen, el eco tendrá la misma frecuencia de onda que la señal original. Cada parte de la señal que se refleja cuando alcanza el objeto, refleja exactamente la señal original.

Pero cuando el objeto esté en movimiento, cada parte de la señal de radio se refleja en un punto diferente del espacio, cambiando el patrón de la onda. Cuando el objeto se mueve lejos del radar, el segundo tramo de la señal debe recorrer una distancia mayor que el primer tramo para alcanzar el coche. Esto tiene el efecto de “estirar” la onda, o disminuir su frecuencia. Si el objeto se mueve en la dirección del radar portátil, el segundo tramo de la onda tendrá que moverse a una distancia más corta que el primer segmento antes de ser reflejada. Como resultado, los picos de las ondas se comprimirán contra el otro y por lo tanto aumentará la frecuencia.

Basado en los cambios de frecuencia, un radar portátil puede calcular que tan rápido se mueve un objeto hacia o lejos de él. Si se utiliza el radar dentro de una posición móvil, también se debe considerar su propio movimiento. Por ejemplo, si el radar viaja a 80 km/h y el radar detecta el objetivo que se mueve lejos a 30 km/h, esto debe conducir a 110 km/h si el radar determina que el objetivo no está acercándose o alejándose de su posición, entonces el objetivo se mueve a 80 km/h.

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