Celular salva a policía durante violento atraco en Brasil

Romper la pantalla del teléfono celular es una de las experiencias más frustrantes de la vida. Además de arruinar la estética y funcionalidad del smartphone, resta muchísimo valor a la hora de la venta. Pero, esta pesadilla pasa a segundo término cuando una pantalla de celular rota te salva la vida. En Brasil, un policía militar que patrullaba las calles de Guarapuava, en Paraná, hoy está vivo gracias a los daños materiales que sufrió su teléfono.

Celular salva a policía
(1) El teléfono que salvó la vida al oficial Wendler. (2) Toma de rehenes por parte de los criminales. (3) Munición localizada por la policía en la zona de combate.

Tras el robo a una empresa de transporte de valores, el oficial Wendler, a bordo de un vehículo motorizado, fue acorralado y baleado por los delincuentes. Afortunadamente, el único disparo que alcanzó su cuerpo impactó en el lugar exacto donde llevaba su teléfono celular. Wendler había guardado su smartphone en el bolsillo de la camisa, de tal forma que el aparato amortiguó la bala evitando que alcanzará la zona del corazón.

Mega robo en Guarapuava, Brasil.

El domingo 17 de abril, un equipo de tres policías salió del 16º Batallón de la Policía Militar en Guarapuava para un patrullaje de rutina. A los pocos minutos de iniciar el recorrido por las calles, un grupo de asaltantes los tomó por sorpresa. Los criminales cometían un cuantioso robo a una empresa de transporte de valores de la ciudad.

Tras cerrar el paso al vehículo policial, empezaron a disparar con rifles automáticos para evitar que entorpecieran el robo. Los tres agentes a bordo de la patrulla recibieron disparos, aunque con diferente gravedad. Wendler resultó relativamente ileso, situación que hubiera sido muy distinta si no hubiera puesto su teléfono en el bolsillo del uniforme.

Un policía se salvó de morir gracias a su celular.

El dispositivo funcionó como un escudo entre la bala y el pecho del policía. Gracias a la afortunada casualidad, Wendler siguió maniobrando hasta sacar la patrulla del tiroteo con un neumático ponchado. Desafortunadamente, sus compañeros estaban heridos de gravedad.

Pese a los daños que sufrió la unidad motriz, el agente manejó hasta el Hospital São Vicente de Paula, en Guarapuava. Rápidamente solicitó asistencia para el cabo Ricieri Chagas, el policía más grave. Chagas recibió un disparo en la cabeza, lo ingresaron a la Unidad de Cuidados Intensivos durante varios días, pero desafortunadamente, perdió la vida.

José Douglas Bonato, el otro oficial, terminó con una pierna rota durante el tiroteo. Pese a las heridas, se arrastró fuera del vehículo y se ocultó entre los matorrales. Su entrenamiento le permitió colocarse un torniquete para detener el sangrado.

Novo cangaço.

En el robo a la empresa de transporte de valores participaron al menos 30 delincuentes. La banda tomó el control de un perímetro en esta ciudad de 180,000 habitantes incendiando automóviles y bloqueando los accesos. Además, durante el robo tomaron como rehenes a varios vecinos.

El mega robo requirió la intervención del ejército, que con unidades blindadas se abrió pasó por las calles de Guarapuava para combatir a la pandilla. Tras cinco horas de enfrentamiento, los ladrones emprendieron la huida ante la dificultad de obtener el botín. La policía inició una persecución que desencadenó en una nueva balacera, esta vez en una región rural del municipio. Durante varios días, los agentes ingresaron en las fincas para intentar localizar a los ladrones.

Uno de los automóviles usados por los ladrones se localizó a 100 km de Guarapuava. La unidad estaba repleta de armas de fuego y cascos balísticos. En la operación de búsqueda y captura participaron tres helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública de Paraná.

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