Estimado lector, si puedes ver el siguiente texto, date cuenta que necesito ayuda. Todo empezó hace una semana. Y lo sé, ¿por qué no ir a un hospital? Pero… ¿cómo explico esto?
13 de junio.
Este día comenzó. Me desperté y sentí frío, el sabor de la adrenalina corriendo por mi boca y una sensación extraña que me impidió volver a dormir. El sabor era fuerte e implacable. No lograba recordar el sueño, pero seguramente fue algo terrible. Estaba llorando y mi rostro estaba completamente rojo. Intenté tranquilizarme y fui al baño. Cuando me vi en el espejo pude notar que mis ojos estaban más oscuros. No era solamente el iris, todo el ojo estaba oscuro, incluso la parte blanca. Tenían un color extraño, un tono de gris… plata, la verdad es que ni siquiera puedo describirlo.