“Buenas tardes, ¿me podría comunicar al señor Henderson?”. No había razón alguna para que respondiera esa llamada, la aplicación anti-spam en el teléfono identificó inmediatamente el número como desconocido. Pero qué diablos, en mi vida no existía nadie más para conversar. Incluso el empleado más irritante de un despacho de cobranza parecía una mejor opción que el silencio.
Creepypasta
¿Disfrutas de las historias de terror? En Creepypasta encontrarás toda clase de relatos que van desde el terror psicológico hasta esa clase de pesadillas que se quedan con nosotros para toda la vida. Las historias aquí contadas emanan de aquellos temores más profundos que poseen los usuarios de Internet. La única característica en común entre todos estos relatos es que son ficticios… o quizá no.
El día que perdí el autobús escolar
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Ese día me levanté tarde, la noche anterior simplemente olvidé programar la alarma. Cuando vi las 7:27 en el despertador, salté de la cama como una pulga y empecé a vestirme a toda prisa. Para las 7:35 debía estar en la parada del autobús, eso significaba que no me daría tiempo de cepillarme los dientes ni desayunar. Había perdido esos pequeños lujos debido a mi gran error. Rápidamente metí libros y libretas en la mochila y bajé por las escaleras a la puerta principal.
Las escaleras
“Quiero que la mates”, se hacía eco en aquel lugar una voz casi susurrante y monótona. Frente a mí se encontraba mi madre, crucificada sin ningún tipo de misericordia en una decrépita cruz de madera. Unos clavos le atravesaban las manos y cuerdas en hombros y tobillos la hacían mantenerse firme en esa posición.
Un terrible secreto en la habitación de mi hijo – Creepypasta
Soy un hombre profundamente religioso, y siempre procuré inculcar la misma ideología a mi familia, pero a ninguno de mis hijos agradó el estilo de vida. Particularmente a mi hijo Jake, que sería motivo de congoja para cualquier hombre que tuviera a Dios en su corazón. Jake solía mantener su habitación cerrada todo el tiempo. Siempre que estaba adentro, la puerta tenía seguro. Al salir, la aseguraba con su llave. Como no teníamos una copia, simplemente lo dejamos pasar.
El cuervo parlanchín que me enseñó a volar – Creepypasta
Solía ser la clase de persona que observa el cielo a través de las rejas oxidadas de su ventana y sueña con ser un ave. La cadena que me mantenía en la cama era suficientemente larga para permitirme ver por la ventana. Por eso cada noche, después que papá venía a visitarme a la habitación, me quedaba recostada con los ojos abiertos, esperando que los primeros rayos de sol se asomaran por el horizonte para correr a la ventana y tener el privilegio de escuchar los primeros cantos de los pájaros.
Carta de la chica que te vio crecer – Creepypasta
Hola, la primera vez que te vi, estaba realmente sorprendida de poder hacerlo. Llevabas una pequeña tortuga en las manos a la que insistías en llamar Michelangelo, supongo que por el personaje de las Tortugas Ninja. Te recogiste el largo pelo castaño sobre la espalda y dejaste la tortuga en el suelo poniéndote de rodillas. Te emocionabas al verla desplazarse por el césped. Me recordó a mi gato y a la forma en que solía jugar con él cuando tenía tu edad.