En algún momento de nuestra infancia, todos tuvimos el acierto de tomar un lápiz (bolígrafo, tiza, crayola, etc.) y dibujar un Sol con una carita feliz. Pero, de hecho, nuestra estrella es bastante maleducada y vil. Con una frecuencia que oscila entre los pocos minutos y las semanas, algunas zonas de la superficie solar entran en erupción, arrojando una tempestad de partículas hacia el espacio – generalmente acompañadas de aterrorizantes eyecciones de masa coronal: esos “tentáculos” que aparecen en la fotografía a continuación.
