El arte, además de ser una forma de pensamiento implica un estilo de vida. Aquí te presentamos resúmenes con creaciones artísticas excepcionales que llegaran a tu imaginación y dejarán satisfechas tus necesidades de apreciar la belleza del mundo que nos rodea.
El arte figura como una de las herramientas más poderosas a la hora de hacernos reflexionar sobre las diversas formas que existen de comprender nuestra realidad. Es a través de ilustraciones simples y coloridas que un artista italiano llamado Joey Guidone manifiesta ese don.
El arte callejero o “street art” es una manifestación artística que ha adquirido mucha importancia, no solamente en lo que compete a la expresión de la ideología y la crítica, sino también en la forma en que se incorpora al paisaje urbano, convirtiendo a las ciudades en lugares más bellos, coloridos y agradables. ¿Te imaginas la atmósfera tan lúgubre de la Ciudad de México sin esas esporádicas obras de street art que la salpican con un poco de color?
La toma de Constantinopla por el Imperio Otomano, hasta la fecha uno de los acontecimientos más relevantes de la historia, fue la máxima expresión de una revolucionaria expansión territorial sin precedentes que arrasó con occidente en el año de 1453. En apenas unos meses, un joven sultán llamado Mehmed II se ganó el título de Mehmed, el Conquistador, convirtiéndose en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra.
Ningún artista a lo largo de la historia ha sido capaz de retratar este fenómeno con la fidelidad correcta. Mejor aún, la idea que tu mente posee sobre un rayo probablemente también está equivocada. En el pasado, antes que la pintura se estableciera como arte autónoma y gozara de libertad para realizar abstracciones de cualquier cosa, los académicos se vanagloriaban de afirmar que sus obras eran espejos de la realidad.
Esao Andrews es un artista oriundo de una zona rural en el estado de Arizona al que, según sus propias palabras, jamás le pasó por la mente que algún día tendría la oportunidad de perfeccionar aquello que considera su mayor don: la pintura. Sin embargo, en el año de 1996 se le presentó la oportunidad de estudiar en la Escuela de Artes Visuales de la ciudad de Nueva York, el lugar donde tuvo la oportunidad de perfeccionar sus habilidades y aprender técnicas nuevas con los artistas de mayor renombre en el país.
El título de esta publicación por sí solo ya es interesante. ¿Qué tan a menudo puedes contarle a tus amigos “leí la historia de un artista en Transilvania que talla cráneos de animales para convertirlos en magníficas obras de arte”?. Pues precisamente hoy es el día que tendrás esta historia en tu repertorio.
